El curioso final que ha tenido la casa donde Lady Di vivió de pequeña
El que fuera el hogar donde creció Diana Spencer durante la década de los sesenta adquirió una nueva función que te va a sorprender.
Diana Frances Spencer, más conocida como Lady Di, nació el 1 de julio de 1961 en Sandringham, Norfolk. Durante los primeros años de vida creció en Park House, una propiedad situada entre las más de 160 hectáreas de terreno que la Familia Real británica posee en esta pequeña zona al este de Inglaterra. Diana vivió la primera parte de su infancia en una casa gracias a la cual consiguió ligar su vida a la de los Windsor desde que era una niña. Creció muy cerca de su futuro esposo, el príncipe Carlos; aunque fueron Andrés y Eduardo los que acudían a menudo a su casa de Park House para disfrutar de la gran piscina de la que disponía esta propiedad.

Diana Spencer
Allí vivió hasta el año 1969, momento en el que sus padres tomaron la decisión de divorciarse. Fue entonces cuando la pequeña Diana se trasladó junto a su padre hasta Althorp House, propiedad que pertenece a la familia Spencer desde hace más de 500 años. Tras su repentina salida de Park House cuando apenas tenía ocho años de edad, el histórico edificio quedó desocupado durante más de una década. Hasta que en el año 1983 la reina Isabel II tomó la decisión de entregar la propiedad a Leonard Cheshire, un expiloto muy condecorado que fue capitán de grupo de la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial, y que sería el encargado de otorgar a este histórico edificio una función muy diferente a la original.
Tras su retiro del mundo de la aviación, la figura de Cheshire se hizo aún más popular por convertirse en un gran defensor de las causas concernientes a personas con discapacidad. Esto le llevó a fundar en el año 1948 una importante organización benéfica de salud y bienestar que lleva su propio nombre: Fundación Leonard Cheshire. Cuando en 1983 la Familia Real británica decidió regalarle Park House, Cheshire tenía muy claro en qué la quería transformar. El entonces expiloto se encargó de renovar la histórica propiedad para convertirla en un hotel de lujo diseñado específicamente para que personas con algún tipo de discapacidad. El nuevo centro fue bautizado con el nombre de Park House Hotel; y desde su creación, Cheshire trabajó muy duro para conseguir “ofrecer a los visitantes discapacitados y sus familias una experiencia de clase mundial” en un lugar icónico para el pueblo británico. “Nuestro galardonado Park House Hotel ayuda a los huéspedes discapacitados y sus cuidadores o acompañantes a pasar unas vacaciones o un período de descanso juntos en la hermosa campiña de Norfolk” se puede leer en su página web.
La intención de Leonard Cheshire era aumentar las amenidades y hacer crecer el hotel, tal y como anunció su fundación homónima a finales de 2019. La renovación del que fuera en su día el hogar de Lady Di requería una inversión que rondaba los 2,3 millones de libras esterlinas; y estaba previsto que las obras comenzaran a mediados de 2020. Sin embargo, la crisis sanitaria provocada por el coronavirus hizo que la Fundación Leonard Cheshire se viera obligada a retrasar los proyectos de remodelación que tenían ya previstos. “Los recursos y la obtención de fondos han cambiado en respuesta a la pandemia. Por la incertidumbre que rodea al Covid-19 y el impacto a nuestro trabajo, se ha propuesto discontinuar la renovación” anunciaban hace poco menos de dos años en su página web. Y es que además de los 2,3 millones de libras acordados para comenzar la remodelación del edificio, ésta contaba además con fondos de contrapartida por igual valor para futuras inversiones.Unas cifras que según parece deberán reajustarse tras la grave crisis económica y sanitaria provocada por el coronavirus. La organización benéfica fundada por Cheshire anunció también que “el inicio del trabajo de renovación del Park House se retrasará hasta la primavera de 2021 debido a los desafíos sin precedentes causados por la pandemia”.
El objetivo principal de estas obras era el de remodelar los interiores de este histórico edificio; saneando la estructura principal, introduciendo nuevas comodidades y tratando de conseguir una mayor capacidad en el mismo. Tras la remodelación, el número de dormitorios aumentará de 16 a 24, y se instalarán nuevos ascensores para mejorar la accesibilidad a todas las zonas del hotel. Además de introducir una serie de mejoras en la zona de catering, se va a rediseñar desde cero el área del conservatorio con la idea de crear una sala de juegos, un segundo bar y un pequeño gimnasio. También pretenden cambiar todos los sistemas de comunicaciones y cubrir la piscina exterior para que pueda ser utilizada también en invierno.
La renovación del Park House Hotel culminará con la construcción de nuevas plazas de aparcamiento adicionales y con la puesta en marcha de un plan para tratar de aumentar la accesibilidad de los potenciales huéspedes en los terrenos próximos al recinto.