Sarah Ferguson enfada a la mujer que le perdonó la deuda

Los nombres de los duques de York vuelven a sonar con fuerza en Reino Unido, ocupando un hueco en la portada de varios tabloides ingleses de esta semana. Si bien es cierto que durante los últimos meses ha sido el príncipe Andrés el que ha hecho correr ríos de tinta debido a su vinculación con el magnate Jeffrey Epstein y a la demanda por abusos sexuales por parte de Victoria Giuffre; ahora es su exmujer la que se ha visto inmersa en el ojo del huracán.

El motivo que ha llevado a Sarah Ferguson a protagonizar diferentes titulares de la prensa británica en los últimos días viene de lejos. En el año 2014 los duques de York tomaron la decisión de comprar un chalet en la localidad alpina de Verbier por algo más de 21 millones de euros. La propietaria en cuestión era la socialité francesa Isabelle Rouvre, quien con el paso de los años se daría cuenta de que la pareja no tenía fondos suficientes para poder asumir dicha compra; o al menos eso es lo que le hicieron saber a ella. Según las escrituras a las que ha tenido acceso el diario suizo Le Temps, Andrés y Sarah debían haber saldado su deuda con Rouvre antes del 31 de diciembre del año 2019. Al no ser así, la propietaria decidió emprender acciones legales en su contra a principios del año 2020.

En el momento en el que Isabelle de Rouvre decidió llevar a los duques de York a los tribunales, todavía les faltaban por pagar 8 de los 21 millones de euros que costaba esta lujosa propiedad situada en los Alpes suizos. La supuesta falta de liquidez del exmatrimonio, sumado al hecho de que por aquel entonces aun cabía la posibilidad de que el príncipe Andrés terminara ingresando en prisión debido al escándalo sexual que lo relacionaba con Victoria Giuffre; hizo que la socialité francesa se planteara la opción de aceptar lo que le ofrecían por aquel entonces, por miedo a no recibir ni un solo euro más. Finalmente llegó a un acuerdo con los duques de York y éstos le abonaron los 4 millones de euros restantes para que se cerrara el caso.

“Entendí que no tenían el dinero y creía que él iría a prisión en Estados Unidos, así que pensé que lo mejor era conseguir lo que pudiera”, ha explicado Rouvre al diario británico The Telegraph. Sin embargo, el paso de los meses ha ido demostrando que tan sólo fue una triquiñuela por parte de los duques de York para evitar pagar los cuatro millones de euros restantes. Y es que, desde Reino Unido afirman que Sarah Ferguson habría gastado este año 5 millones de euros en comprar una lujosa mansión en Mayfair, uno de los barrios más exclusivos de Londres, a pocos metros del Palacio de Buckingham. “Estoy indignada porque ahora me dicen que ha gastado millones en otra propiedad. Es simplemente increíble, toda esta historia es increíble”, ha confesado al prestigioso diario británico. “Es una historia sucia en lo que a mí respecta. Pensé que no tenían ni un centavo”, sentencia la socialité francesa.

Desde el Daily Mail afirman que la exmujer del príncipe Andrés fue vista la pasada primavera por las inmediaciones de esta lujosa mansión. Se trata de una propiedad de dos pisos situada en una tranquila zona residencial que Ferguson habría comprado al duque de Westminster; un buen amigo que en el año 2016 heredó una fortuna de 10.000 millones de libras por parte de su padre, lo que le convirtió automáticamente en una de las personalidades más ricas de todo Reino Unido. Según este tabloide británico, Sarah y Andrés quienes a pesar de su divorcio todavía continúan viviendo juntos en una ostentosa mansión de los Windsor que cuenta con más de 30 habitaciones; ven esta nueva vivienda de Mayfair como una inversión para sus hijas Eugenie y Beatrice. A pesar de ello, un portavoz del príncipe Andrés ha declarado esta semana que el duque de York no ha participado en dicha compra.

Sarah Ferguson se describió a sí misma en 2010 como una persona que vive “constantemente al borde de la bancarrota”, y cuenta con un amplio historial de problemas financieros. Hace más de una década perdió un total de 3,2 millones de libras esterlinas debido al colapso de Hartmoor, su empresa estadounidense de estilo de vida y bienestar, y desde entonces su situación económica no ha sido tan elevada como le hubiera gustado. Es por ello que ahora empiezan a surgir preguntas acerca de cómo la duquesa de York ha podido asumir esta nueva inversión de 5 millones de euros; aunque fuentes cercanas a la exmujer del príncipe Andrés han afirmado que su situación financiera comenzó a mejorar después de que consiguiera relanzar su carrera como escritora y firmara varios contratos para publicar libros.