Giro de 180 grados para la presencia del príncipe George y princesa Charlotte en el funeral de Estado de Isabel II
Este lunes 19 de septiembre tiene lugar el funeral de Estado de la Reina Isabel II, al que acudirán un total de 2.000 invitados.
Día triste para Reino Unido y el mundo entero. El pasado 8 de septiembre saltaban todas las alarmas sobre un empeoramiento del estado de salud de Isabel II. El Palacio de Buckingham emitió un comunicado, poco usual, ya que suele mantener una discreción hermética en este tipo de casos, en el que detalló que la monarca había anulado una reunión con su Consejo. Después, se pudo ver en directo cómo reporteros de la BBC aparecían retransmitiendo de riguroso luto, lo que hizo aún más, levantar todo tipo de sospechas de que Isabel II había muerto.

Príncipe George y princesa Charlotte
Los miembros de la Familia Real británica más cercanos no tardaron en trasladarse el Castillo de Balmoral, que fue donde se encontraba Isabel II y donde también falleció. Casualmente, el príncipe Harry se encontraba junto a Meghan Markle de gira por Europa y aquel día pudo llegar lo antes posible al citado enclave, aunque no pudo despedirse de su abuela. En los días posteriores, el protocolo 'El Puente de Londres ha caído' continuó para así proceder a los actos homenajes en honor a la fallecida Reina, que hizo historia al estar más de setenta años en el reinado.
Este lunes se convierte sin duda, en un día histórico, ya que se celebra el funeral de Estado en su nombre. Rito religioso que durará desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde y al que acudirán un total de 2.000 invitados. Una de las últimas informaciones sobre esta ceremonia, tiene que ver con los hijos mayores de los actuales duques de Cornualles, el príncipe Guillermo y Kate Middleton. El príncipe George y la princesa Charlotte, tal y como apunta la revista People irán detrás del féretro de su bisabuela durante el cortejo fúnebre. Ambos hermanos seguirán justo después de sus padres, y delante de su tío, el príncipe Harry y Meghan Markle. Por otro lado, de esta procesión ha quedado eximido el príncipe Louis, de 4 años, probablemente al ser considerado demasiado pequeño para unirse al resto de la familia en el funeral del lunes. El citado medio destaca que, George y Charlotte no están incluidos en el orden del servicio para el entierro para más tarde en el día, que tendrá lugar en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor.

Príncipe George y princesa Charlote
Esta escena pude recordar la que vivieron Guillermo y Harry en el funeral de la princesa Diana, en 1997. Por aquel entonces, los príncipes tuvieron que ir tras el féretro de Lady Di tras una muerte inesperada que sacudió al mundo entero y que, a día de hoy sigue conmoviendo. El actual príncipe de Gales, reveló muy sincero, que la procesión ceremonial del féretro de la Reina Isabel desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall la semana pasada le recordó el mismo ritual tras la muerte de su madre."Dijo lo difícil que fue ayer y cómo le recordó el funeral de su madre", dijo la doliente Jane Wells, informó The Telegraph. "Catherine dijo que ha sido un momento muy difícil para todos ellos, para toda la familia", comentó.
Durante la tarde del pasado domingo se dejaron ver en Westminster, que es donde ha estado cinco días el cuerpo sin vida de Isabel II en una capilla ardiente que provocó colas de hasta 14 horas de espera, el Rey Felipe y la Reina Letizia acudieron para dar el último adiós a la monarca. También lo hicieron don Juan Carlos y doña Sofía. Una reaparición conjunta que acaparó también todas las miradas, ya que han pasado varios años desde que los Reyes Eméritos no asistían a un acto oficial juntos debido a que el padre del Rey Felipe VI se trasladó a Abu Dabi.

Isabel II
Una recepción que en un primer momento estaban invitados los duques de Sussex, pero finalmente no pudieron asistir, ya que fue un error de comunicación el trasladarles una invitación por error, pues no son considerados miembros activos de La Firma. Sí que estarán presentes junto al resto de familiares en el adiós definitivo a una Reina que lo cambió todo y que siempre será recordada por su sentido del deber, ese que mantuvo hasta dos días antes de morir al recibir a la nueva Primera Ministra, Liz Truss en el Castillo de Balmoral.