El insólito regalo con el que Meghan enamoró a Isabel II en sus primeras navidades juntas

Han pasado ya dos meses desde que falleciera la reina Isabel II. El 8 de septiembre se convertía en uno de los días más dolorosos para la Familia Real británica, ya que tuvo que despedir a la longeva monarca. Durante los días posteriores, fueron varios los homenajes que se fueron realizando en su honor. Finalmente, el 19 de ese mismo mes, diez días después de dar su último suspiro en el Castillo de Balmoral -una de sus residencias más especiales-, tuvo lugar el funeral de Estado que se celebró en la Abadía de Westminster.

En este especial y último adiós estuvieron presentes tanto el príncipe Harry como Meghan Markle, quienes están afincados en Estados Unidos, concretamente en el exclusivo barrio de Montecito, Los Ángeles desde hace más de dos años. De esta manera, han dejado de formar parte como miembros activos de la Corona, aunque en determinadas ocasiones son invitados a algunos de los actos que se celebran. Después de unas semanas convulsas tras la muerte de Isabel II ha salido a la luz un detalle sobre la buena relación que mantenían la soberana y la Duquesa y tiene que ver con las fechas que se acercan y que están a la vuelta de la esquina: la Navidad.

En cuanto a los regalos y las tradiciones, la Familia Real británica es famosa por sus extrañas costumbres, como la de prohibir jugar al Monopoly porque es demasiado “vicioso”. Otra de ellas, consiste en comprarse mutuamente regalos de broma en Navidad, entre otras. Para los miembros de la realeza que pasan su primera Navidad en Sandringham, la presión de comprar regalos para la familia debe ser enorme. Sin embargo, eso no fue un problema para Meghan Markle, pues el regalo que compró para la difunta Reina fue muy bien recibido.

El experto de la realeza, Robert Jobson, indicó a The Express en 2021 que: "en Nochebuena, cuando todo el clan está reunido, los nietos y bisnietos de la Reina dan los últimos toques al árbol de Navidad de seis metros en el Salón Blanco”. "Los regalos se abrirán ese día a la hora del té, ya que los miembros de la realeza siguen manteniendo la práctica alemana de abrir sus regalos en Nochebuena. Los regalos se colocan en el Salón Rojo sobre una mesa de caballete cubierta de lino blanco, con tarjetas que marcan exactamente dónde deben colocarse los montones de regalos”, añadió. "Una vez que todo el mundo ha llegado, los invitados reales disfrutan de una Navidad tradicional que incluye dar los últimos toques al árbol de Navidad y la entrega de regalos baratos y humorísticos", continuó explicando, revelando así detalles sobre lo que ocurre tras las cámaras una vez los royals muestran su lado más natural.

La primera Navidad de Meghan Markle con la Familia Real fue todo un éxito gracias al regalo que compró para Isabel II. Al parecer, Meghan optó por regalar a la difunta Reina un hámster de juguete cantarín, y la soberana quedó tan impresionada con él que comentó: "Puede hacer compañía a mis perros". Una fuente explicó que: "Meghan compró un pequeño hámster que canta con una pequeña cuerda para Su Majestad. Fue muy divertido, sobre todo cuando los corgis trataron de agarrar el juguete". Sin embargo, la Reina no pudo disfrutar de su canción durante mucho tiempo, ya que sus queridos corgis acabaron destrozándolo antes de que terminaran las celebraciones festivas.

Esta divertida tradición fue iniciada por la tatarabuela de la última Reina, la reina Victoria. Desde entonces, la Familia Real se reúne cada año y participa también en los distintos actos, como el de asistir a un servicio religioso, ver el discurso del monarca y degustar una cena asada. De esta manera, la realeza sigue la tradicional costumbre alemana de abrir los regalos en Nochebuena.