El anillo de pedida del Rey Juan Carlos a Corinna, bajo sospecha

El tercer podcast de Corinna Larsen, titulado Envidia: la Reina Sofía, Arabia Saudí y una propuesta sorpresa llegaba este lunes acompañado de una sorprendente imagen. La fotografía de un imponente anillo que el Rey Juan Carlos le habría regalado a Corinna para pedirle matrimonio. Un anillo que, solo por el tamaño de su diamante principal, ya ha dejado boquiabierto a medio mundo. La alemana ha querido distribuir, a través de la productora del podcast Proyect Brazen, la fotografía de esta joya para no dejar a la imaginación el ostentoso gasto que hizo el Rey emérito para comprometerse con ella. Los expertos, basándose en la citada imagen -ninguno ha tenido la joya entre sus manos- la han valorado en una cifra que podría rondar el millón de euros.

La sortija en cuestión tiene como protagonista indiscutible un diamante de forma octogonal y talla esmeralda de aproximadamente diez quilates. Le flanquean a los lados dos brillantes en forma triangular que engarzan con el anillo de platino. Una joya de pedida de ensueño, digna de las fantasías de las Mil y una Noches, que ocupa un lugar importante en el joyero personal de la aristócrata alemana, y que esconde una historia con una importante contradicción.Según cuenta la propia Corinna en el nuevo episodio de su podcast, fue un día de enero del año 2009 cuando el padre de Felipe VI decidió entregarle el anillo. Al más puro estilo tradicional, don Juan Carlos organizó una cita con velas en La Casita, el antiguo pabellón de caza de El Pardo convertido en el hogar de la furtiva pareja durante las estancias de Corinna en España. Ella apodó con el citado diminutivo a esta casa que se había reformado a su medida para que estuviese con su hijo Alexandre lo más cómoda posible, y también lo más cerca que se podía de Su Majestad, cuya residencia oficial junto a la Reina Sofía estaba en el mismo recinto, a escasos diez kilómetros.

Velas y ambiente romántico de por medio, el Rey emérito le entregó a la mujer con la que mantenía una relación desde el año 2004 la valiosa joya a modo de pedida de mano. Dos meses antes de hacerlo, el monarca había viajado para pedir formalmente la mano de Corinna al padre de esta, haciéndole saber el profundo amor que sentía por ella. Siempre según la versión de la alemana en su relato en forma de podcast.Llevaban cinco años de feliz noviazgo y, en palabras de la protagonista, actuaban como una familia. Se habían conocido durante una cacería en La Mancha, en la finca La Garganta concretamente, en febrero del 2004 y, tras meses de conversaciones telefónicas, habían comenzado una relación de pareja a principios de ese verano. En este enero del 2009 en el que don Juan Carlos le estaba pidiendo compromiso mediante un anillo, estaban a punto de cumplirse cinco años desde que sus caminos se cruzaron y, sin embargo, un curioso detalle de la sortija siembra la duda sobre esta versión de los hechos.

En el interior del anillo, observándolo con mucho detalle, se puede ver una fecha grabada. 28-1-10. Esto es, veintiocho de enero de dos mil diez… Un año después de la fecha en la que la entrega del anillo supuestamente estaba sucediendo. No se trababa de la fecha de aniversario ni de ningún recordatorio del pasado, era una fecha futura que estaba por venir, detalle muy poco usual en un anillo de pedida.Esta fecha posterior al relato de la pedida de Corinna siembra una importante duda sobre su historia dado lo extraño que resulta que se regale un anillo de compromiso con esa peculiaridad. ¿Tal vez fue un regalo posterior que nada tuvo que ver con la pedida? ¿fue verdaderamente un regalo del rey Juan Carlos? Si es así, ¿por qué le regaló un anillo con esa fecha del año 2010 y, sobre todo, cuándo y con que objeto se lo regaló?

Así las cosas, y con la aparente inverosimilitud de los hechos en el aire, sin más confirmación que la de la fotografía del anillo y las palabras de su propietaria, Corinna continúa su historia manifestando que aquel anillo fue más que nada un regalo simbólico puesto que su matrimonio con el Rey hubiera desestabilizado la monarquía.