Isabel II es la reina de reyes. Sus años en el trono, su autoridad silenciosa, y su estilo inconfundible hacen de ella uno de los mayores íconos de nuestro tiempo. Siempre perfecta, imperturbable al paso del tiempo y ajena a los vaivenes de la moda, la soberana británica ha hecho de su estilo no solo un asunto de estado, sino que además ha traspasado las fronteras de las islas británicas. Especial destaque merece su joyero, quizá el más espectacular del mundo y onde, más allá de las tiaras y los grandes collares, los broches han tenido siempre un gran protagonismo. Estas son algunas de sus principales piezas.
El broche Lazo Victoria parece ser el favorito de la reina. Lo ha llevado en infinitas ocasiones, algunas muy importantes como bautizos o celebraciones bélicas. También lo suele llevar para visitas protocolarias y actos a pie de calle. Como su proprio nombre indica, fue la legendaria reina Victoria la que los mandó hacer (son varios, con distintos tamaños), en 1958 a la casa Garrard. Otra pieza muy importante vinculada a la última gran emperatriz británica, el el broche Alberto. Regalo de Alberto de Hannover a su esposa, Victoria, Isabel II lo ha lucido muchas veces, incluso, por ejemplo, en el bautizo del príncipe Guillermo, en 1982.
Otro de los broches más usados es el Jardine Star. Regalo de Lady Jardine en 1981, consiste en una estrella de 8 puntas separadas por 8 diamantes que parten de una gema central. En los últimos años, esta pieza ha ido cobrando notoriedad al igual que los “clip” de aguasmarinas. Formados por aguasmarinas y diamentes, fueron ideados por Boucheron en 1940. Esta misma semana, Isabel II lo lució en un discurso muy emotivo en el que recordaba a su padre. De hecho, estos dos broches fueron un regalo de este a su hija y heredera.
Mención aparte merecen Los Cullinam: broches creados con varias de las nueve piezas en las que se dividió el gran diamante Cullinan, el mayor encontrado en el mundo. La monarca se los reserva para ocasiones muy especiales. En un estilo muy distinto, encontramos esta sorprendente alhaja, también de gran uso por su parte. Se trata del “Cesta de flores”, el broche regalado por sus padres cuando nació el heredero,Carlos de Inglaterra. Otra joya a tener en cuenta es el broche Williasom, en forma de flor y con un diamante central de color lila de 23.6 quilates. Su colección, es, sin embargo, muy extensa y bien se merece un libro donde se pueda consultar todos los entresijos de uno de los complementos que mejor remarcan a las señoras distinguidas.
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Broche Alberto
Muy querido por la reina, que lo ha lucido en las ocasiones más especiales, como por ejemplo el bautizo de su nieto, Guillermo, en 1981, el broche Alberto fue un regalo de Alberto de Hannover a su esposa, la reina Victoria.
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Cesta de Flores
Este curioso broche fue un regalo del rey Jorge y la reina Isabel a su hija, Isabel II, por el nacimiento del príncipe Carlos.
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Un complemento esencial
Los broches son para la reina un complemento esencial para sus looks.
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Broche Williamson
El geólogo canadiense John Williamson le regaló el diamante a la reina en 1947 en ocasión de su boda y Cartier se encargo de darle forma como broche.
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Cullinan V
Esta alhaja perteneció a la reina María y su diamante tiene nada más y nada menos que 18,8 quilates.
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Lazo Victoria
Los Lazos Victoria fueron unas piezas mandadas hacer por la reina Victoria. La reina Isabel II tiene varios de sus modelos y los usa regularmente.
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Regalo de un padre
Su padre, el rey Jorge, le regaló en 1941 estas Aguamarinas en forma de clip. La reina los ha usado esta misma semana.
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Jardine Star
El broche Jardine Star fue un regalo de Lady Jardine a su Graciosa Majestad en 1981.