Madrid cuenta con un nuevo alojamiento en el que sentirte como una reina. O mejor, como una emperatriz. Lo visitamos con cuatro de las 'consejeras' que han ayudado a llevarlo a cabo.
Hace unos meses, Marie Claire y la cadena hotelera Barceló convocaron a una serie de mujeres, líderes en ámbitos como la moda, la empresa, los medios o la cultura, para un particular brain storming. Se trataba de definir cómo sería el hotel ideal para sus huéspedes, en especial los de sexo femenino: qué servicios debería ofrecer, cómo tendría que estar decorado, qué no podría faltar en sus habitaciones o en su oferta gastronómica. El proyecto se llamó Emperatrices del siglo XXI, y se completó con las sugerencias de sus futuros clientes recogidas a través de las redes sociales. Ese trabajo de co-creación se ha plasmado en el Barceló Emperatriz, un hotel donde el clasicismo se da la mano con la vanguardia.
Ahora, cuatro de las mujeres que participaron en aquellos grupos de trabajo se han reunido en él para ver cómo sus sugerencias se han convertido en realidad. Son la florista Sally L. Hambleton (foto superior), la directora de la Fundación Ankaria, Isabel Elorrieta, la consultora de Lifestyle María León y la empresaria Carla Royo-Villanova (en la foto inferior, de izda. a dcha., con Hambleton y Sara Ramis, directora de marketing de Barceló Hotels & Resorts y coordinadora del proyecto, que es la primera por la izda.). El espacio, un palacete del barrio de Salamanca que tiene como inspiración a Eugenia de Montijo, mujer avanzada a su tiempo y la última emperatriz española. Espejos con luz, carta de almohadas y de cargadores de teléfono, amenities premium, minibar healthy o el servicio Guest Experience Manager, que te facilita recomendaciones de ocio en la ciudad, son algunas de las aportaciones que se han llevado a cabo en este hotel pensado a la medida de sus clientes y, sobre todo, de sus clientas.
Momento relax
El blog de viajes que regenta (marialeonstyle.com) hace que María León pase unas cien noches al año en hoteles. Así que a estas alturas esta coolhunter y consultora de lifestyle tenía bastante claro cuáles son sus imprescindibles a la hora de dormir fuera de casa. "Una buena ubicación, decoración impecable, wifi óptimo, que sea un edificio emblemático y, sobre todo, que haya una bañera espectacular para darse un baño relajante tras una jornada intensa, con amenities premium”. Dicho y hecho: las suites del Barceló Emperatriz, como la de la foto, cuentan con bañera de hidromasaje, y en todas las habitaciones hay ducha y bañera separadas. Así, el baño es obligado.
Flores omnipresentes
La frescura y el colorido de las flores llenan de vida cada rincón del hotel
Baño y tocador
Todos los baños cuentan con espejos con luz para maquillarse y amenities de Agua de Loewe. En las suites hay también un neceser de cortesía de Guerlain.
Deco exterior
Un colorista universo vegetal se reparte a lo largo y ancho del hotel, como en estos maceteros de una de sus terrazas.
Rico y equilibrado
"Cuando viajas por trabajo, muchas veces llegas al hotel tarde y con hambre. Te apetece comer algo ligero y que te ayude a eliminar la tensión de la jornada", nos cuenta la empresaria Carla Royo-Villanova. Por eso, para ella es fundamental contar con un minibar y un servicio de habitaciones en los que haya productos saludables. "Para no acabar comiéndote la bolsa de patatas del minibar", bromea. En el Emperatriz la escucharon: hay servicio de habitaciones las 24 horas, con zumos naturales, cestas de frutas, aceite ecológico y panes integrales, platos de verduras y ensaladas. En su minibar se podrá elegir entre varias opciones, como healthy o sibarita.
Emperatrices VIP
Las emperatrices que formaron parte del proyecto y algunos de los clientes más especiales del hotel disponen de una tarjeta Vip que conlleva ventajas y servicios adicionales.
Enclave gastro
A Isabel Elorrieta, experta en arte y directora de la Fundación Ankaria, le repatean esos baños modernos de algunos hoteles que están integrados en la habitación. "Si hay opción pido que me cambien", dice entre risas. Como buena vasca, también valora mucho el tema gastronómico. "Me encanta ir a restaurantes de hoteles, aunque no esté alojada en ellos". Por eso, el Emperatriz cuenta con Mutis, un restaurante con su propio acceso desde la calle, que invita a que entren los no huéspedes. Arreglos florales y una decoración muy cuidada crean un ambiente que sugiere comer o cenar sin prisas.
Las violetas de Eugenia
Las violetas, las flores favoritas de Eugenia de Montijo, están por todas partes como elementos decorativos del hotel. También son la base del Emperatriz, el cóctel estrella de su bar.