14 cosas imprescindibles que hacer en Marrakech
Te elaboramos la mejor guía para visitar la ciudad de los colores y sabores. Aprovecha al máximo tus días con estos tips obligatorios para tener un viaje perfecto.
Un billete dirección Marrakech, una maleta repleta de looks por si hace calor, por si hace frío y bueno, unos cuantos por si acasos imprescindibles. Unas gafas de sol, deportivas para caminar y por supuesto, una cámara de fotos. Todo listo para viajar a uno de los destinos más coloridos y llenos de historias en cada paso. Historia que deberías llevar aprendida antes de ir para poder entender cada detalle que ves.
Descubre la magia de perderte por las calles y empaparte de una cultura completamente diferente. Pero, ¿sabes qué visitar o cuáles son las comidas típicas y cuántos días necesitas para conocerlo realmente? Nosotras te resolvemos todas las dudas para que aproveches este viaje de principio a fin.
Lo primero que debes saber es que en cuanto pongas un pie allí, tu olfato experimentará una nueva e increíble experiencia sensorial. El lugar de las especias por excelencia, donde adivinar cuál es el lugar donde encontrar el mejor precio es algo que te resultará complicado (y divertido). Ten claro que sus tácticas de vender te perseguirán cada día y en cada momento.
Antes de contarte los lugares que tienen que estar en tu guía sí o sí, tendrás que decidir donde prefieres dormir, si decantarte por un Riad o un Hotel. Nosotras te aconsejamos que te dejes impresionar por esos palacios y casa lujosas que te cuentan desde dentro un poco más de Marrakech. Eso sí, si vas a buscar por tu cuenta, apuesta por un buscador y escoge uno de las opciones con mayor puntuación, así no te llevarás ninguna sorpresa.
La cosmética también está muy presente, es el mejor momento para conseguir ese aceite argán a un precio mucho más rebajado. Deberías dedicar al menos una hora para visitar los centros donde crean ese aceite puro y natural, es un proceso muy bonito y curioso de ver. Y por supuesto no puedes atravesar sus fronteras sin hacerte con un accesorio de cuero. Los bolsos son la mejor opción, sin duda. Y si te gustan los calzados un poco más originales, tampoco puede faltar en tu maleta un par de babuchas hechas a mano.
Sí, ese viaje cultural obliga a dedicar algunas que otras horas para ir de compras.
La decoración es otro de sus puntos fuertes, así que sí, también tendrás que hacerte con algunos de esos tesoros escondidos entre las tiendas y puestos. Eso sí, recuerda que el secreto está en saber regatear. No bajes la guardia.
Pero, lo más importante es saber cuáles son los lugares más impresionantes de ver y con parada obligatoria. Te contamos las 12 paradas imprescindibles.

Además de ser la plaza más poblada de África, es la estampa más conocida de la medina y centro neurálgico de la misma. El lugar perfecto para conocer los bailes típicos, ver animales, disfrutar de un refresco, o contemplar de un precioso atardecer.

Existen varios lugares religiosos en esta ciudad musulmana, pero recomendamos visitar la Katoubia aunque su entrada esté reservada para el uso religioso y lo por lo tanto está prohibida la entrada a los no musulmanes. Te sorprenderá su color rosáceo y probablemente te recordará a uno de los monumentos más emblemáticos de Andalucía, puesto que se dice que sirvió como modelo para la construcción de la Giralda sevillana. Las mezquitas Mouassine y Bab Doukkala, ambas del siglo XVI, son otras de las opciones de visita interesantes.

Sin duda los platos y las especias estarán muy presente en tu viaje, y es necesario probar todos y cada uno de ellos. Te recomendamos los tajines, el cuscús y por supuesto, los dulces.

Así se denominan a los mercados en Marrakech, lugares en los que se vende lo inimaginable. El cuero, las alfombras, las chilabas, los dulces, los dátiles, las especias o el té son los productos más típicos de esta bulliciosa ciudad y es en estos lugares donde se pueden obtener al mejor precio. Cuentan con vendedores que están de sol a sol ofreciendo desde comida y bebida, hasta ropa o souvenirs de todo tipo y suelen estar organizados por tipo de productos: Kimahkin para instrumentos, Hadaddine para los productos de metal, Siyyaghin para las joyas… las hay para todos los gustos y cubren la ciudad de Marrakech. No te olvides del arte del regateo y la negociación si quieres comprar al mejor precio. Ten en cuenta que los productos para los turistas suelen estar por encima del precio, pero ir de compras en esta ciudad resulta más económico que cualquier otra ciudad europea u occidental. Un consejo: tómatelo con paciencia porque los vendedores no tienen prisa alguna y pueden estar regateando más de una hora hasta alcanzar un acuerdo.

Se trata de un amplio jardín con una gran variedad de plantas tropicales, más de 1.800 especies de cactus y estanques con nenúfares, ideal para huir del calor. Uno de los principales puntos turísticos de la ciudad, destaca porque en una urbe donde predomina el color rojo y anaranjado, este lugar destaca por sus azules vivos que transmiten tanta paz y tranquilidad. Predomina, entre la naturaleza, una casa de estilo morisco y Art Decó, que perteneció al artista Jaques Majorelle, aunque la propiedad fue comprada por Yves Saint Laurent. Además puedes visitar el museo que se encuentra juso a su lado, donde descubrirás toda la historia del diseñador, además de poder admirar el arte a través de sus diseños expuestos. Una parada obligatoria para las amamtes de la moda.

Uno de sus mayores encantos el de andar hacia ningún lugar en concreto y descubrir lugares para explorar y disfrutar de su cultura y sus colores.

Al igual que la otra plaza es conocida por los espectáculos y la comida, esta está repleta de especias y objetos de decoración que querrás llevarte a tu maleta en cuanto la veas. Además está rodeada de terrazas en las alturas donde disfrutar de las vistas es obligatorio.

Este recinto de pequeño tamaño contiene las tumbas de la dinastía saadí, un reinado árabe que comenzó con el Sultán Mohámmed ash-Sheikh en 1554. Este punto turístico cuenta con el Mausoleo de Ahmed el Mansur, una obra maestra de la arquitectura islámica con sus columnas de mármol de Carrara, su cúpula fabricada en madera de cedro y ornamentada en pan de oro y azulejos vidriados. Cada tumba está diferenciada con un elemento distintivo, y según su familia tendrás unos tipos de azulejos u otro, una manera distinta de diferenciarlas sin necesidad de escribir los nombres.

El aceite de argán es otro de los atractivos de Marrakech, por eso resulta interesante conocer el proceso que hay detrás de cada pequeño bote. Un trabajo artesanal muy minucioso y duro.

Marrakech no dispone de desierto como tal, ya que es el Sahara al que se accede desde esta ciudad marroquí: la zona árida más extensa del mundo. Con más de 9 millones de kilómetros de extensión, llega a abarcar países como Argelia, Túnez, Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania, Malí, Níger, Libia, Chad, Egipto y Sudán, siendo Marrakech su principal puerto de acceso desde Marruecos. Y si quieres conocer Marrakech tendrás que descubrir cómo es pasar una noche en el desierto. Una experiencia que será inolvidable y en la que disfrutarás del paisaje.

A unas dos horas se encuentra Essaouira, una ciudad fortificada de casas encaladas en blanco y con puertas azules que invita a pasear y respirar el aire cargado de sal del Atlántico. Con un puerto pesquero referencia en Marruecos y la playa de Taghart, es el lugar perfecto para relajarse y escapar del calor veraniego. El lugar perfecto para los que buscan lugares instagrameables.

Si, es otra de las experiencias que no pueden faltar en tu viaje. Un paseo en camello por el desierto, o incluso por las afueras de Marrakech.

Su gastronomía es muy distinta a la nuestra, por eso también deberás pobrar cada fruta "extraña" que te vayas encontrando. Tu paladar te lo agradecerá.

Si te gusta el té, estas en el sitio acertado. Vayas donde vayas hay una taza esperando, y su sabor te cautivará por completo.