En los anteriores capítulos de Hermanos, después de la ruptura entre Aybiké y Berk, este trata de no encontrarse con su exnovia y su grupito. Está destrozado y piensa en marcharse a Milán con su madre para alejarse de tanto dolor. Por su parte, Elif está celosa de Lydia, la prima de Tolga. Desde su llegada, parece haberle robado todo el protagonismo y, por si fuera poco, también la atención de su fiel Ogulcan. Por su parte, Süse está contenta por haber arreglado las cosas con su amado Ömer.
En el episodio de esta semana de la ficción turca, Mahir rescata a Asiye de la casa dónde la chica comenzó a trabajar en los anteriores capítulos. Ha habido una fuga de gas en el interior del apartamento y Asiye permanece tumbada en el suelo sin conocimiento. Por fortuna, el chico logra salvarle la vida a la hermana de Ömer. Gracias a los cuidados médicos, Asiye se repone rápidamente y puede volver a casa en nada de tiempo. Mientras tanto, una nueva desgracia sacude la vida de Süse cuando descubre que su madre Süreyya, recién llegada a la ciudad, ha comenzado a salir con Yaman, el padre de Leyla y tío de Tolga. Süse no lleva muy bien eso de ser ahora hermanastra de la chica que está tratando de quitarle el novio.
Pero, por si esto fuera poco, resulta que Yaman ha decidido que Süreyya trabaje con él y con Akif como relaciones públicas en el club que están pensando montar. Por supuesto, Akif está deseando tener a Süreyya de compañera, pues no se puede negar que se ha quedado prendado de ella. Algo que también ha notado Nebahat, quien empieza a sentir celos de la recién llegada.
Süreyya, por su parte, trata de esquivar los coqueteos de Akif, poro lo menos, de momento. Mientras, Fatma consigue manipular a Orhan, quien decide que se quede a vivir con él y con su familia durante un tiempo prudente.
Además, Berk sigue tratando de asimilar todo lo que ha descubierto sobre su origen gracias a Aybiké. No puede creer que sea adoptado, que Ayla le haya mentido todos estos años y que, además, esta última fuese capaz de arrebatarle la vida a su madre biológica, ya fuera de forma deliberada o accidental. Y por si esto fuera poco, debe ver todos los días en el colegio a Elif, a quien nunca ha apreciado demasiado y que, en un abrir y cerrar de ojos, se ha convertido en su hermana. Demasiada información para el joven chico.
