Este verano, la moda vuelve a sus raíces artesanales con una tendencia que celebra la delicadeza del detalle: los vestidos bordados. Con el auge del gusto por lo natural, lo hecho a mano y lo nostálgico, estas piezas se han convertido en las favoritas de las mujeres que buscan un estilo sofisticado, fresco y con identidad propia. Zara, en su ya tradicional capacidad para leer el pulso de la temporada, ha lanzado una colección que pone el foco en este tipo de vestidos, apostando por diseños fluidos, ligeros y plagados de bordados florales, geométricos o étnicos que transforman cualquier estilismo veraniego en una declaración de estilo. La gran baza de esta tendencia es su capacidad para rejuvenecer sin esfuerzo, aportando un aire bohemio y elegante que conquista desde la mañana hasta la noche.
El bordado como protagonista silencioso del look
Los bordados, lejos de ser un mero ornamento, se convierten en el alma del vestido y una tendencia a seguir. Sus hilos de colores, sus relieves y su delicadeza evocan un trabajo artesanal que aporta autenticidad y sofisticación a cada prenda. En la colección de Zara, encontramos bordados florales que recorren escotes y bajos con una delicadeza casi poética, así como detalles geométricos que aportan un aire contemporáneo y cosmopolita. Esta riqueza visual no solo embellece, sino que convierte el vestido en una prenda-joya, capaz de hablar por sí misma sin necesidad de muchos más complementos.

Vestidos largos: la silueta estrella del verano
Los vestidos largos se consolidan como la silueta más deseada del verano, y los modelos bordados de Zara lo confirman. Su caída ligera, su movimiento fluido y su frescura al andar los hacen ideales para disfrutar del calor con elegancia. Son perfectos para cenas al atardecer, escapadas junto al mar o eventos informales donde el dress code exige un punto de sofisticación sin renunciar a la comodidad. El bordado, en este caso, añade un nivel más de sofisticación que eleva la prenda y la convierte en apta para cualquier ocasión especial.

Cómo transformar el vestido bordado con accesorios
La versatilidad de estas prendas reside también en su capacidad de transformación. Un mismo vestido puede servir para una mañana de paseo, una tarde de terraza o una noche de cena simplemente variando los accesorios. Para un look diurno, las sandalias planas, los bolsos de rafia y los sombreros de ala ancha son los mejores aliados. Para la noche, bastará con unos tacones sensatos, unos pendientes largos y una cartera estructurada para lograr un efecto más pulido y chic. El truco está en no sobrecargar: el bordado debe seguir siendo el protagonista.
7 vestidos bordados de Zara para fichar esta temporada

Vestido bordado cut out
También conocidas como aberturas estratégicas, es uno de esos detalles que marca por completo la diferencia en el resultado del diseño, Cuesta 35,95 euros.

Vestido bordado marrón
Es uno de los colores estrella de la industria actual, que en este caso se plasma en un vestido midi con tirantes finos y escote en pico. Cuesta 29,95 euros.

Vestido bordado de flores
Es una de las señas de identidad más características del verano, la cual se plasma a través de bordados sutiles que potencian la feminidad. Cuesta 29,95 euros.

Vestido bordado camisero
Es una de las siluetas clásicas que nunca pasa de moda, que en este caso suma el print floral y el cinturón que moldea la figura. Cuesta 29,95 euros.

Vestido bordado en el binomio clásico
Aunque el verano nos invita a experimentar con los colores, lo cierto es que no hay nada mejor que la combinación de blanco y negro. Cuesta 49,95 euros.

Vestido bordado estilo kaftán
Para aquellas que buscan la máxima comodidad a la hora de vestir y no quieren que se les marque nada, la silueta kaftán es todo lo que necesitan. Cuesta 59,95 euros.

Vestido bordado manga larga
Este es sencillo, pero lleno de posibilidades gracias al color blanco y los bordados sutiles, que potencian la luminosidad del rostro y el bronceado de la piel. Cuesta 29,95 euros.