Las mujeres más románticas de hace casi 100 años llevaban esta fragancia floral que evoca el aroma de un ramo de violetas recién recogidas

Dulce, empolvado y fresco, con notas de hierba recién cortada y pepino, el aroma de la violeta protagoniza esta fragancia tan mítica.
Imagen inspirada en el perfume Violettes de Toulouse de Parfums Berdoues - Zinet Media

En un mundo donde las modas vienen y van, hay fragancias que trascienden el tiempo, convertidas en emblemas de una época y de una forma de vivir. Violettes de Toulouse de Parfums Berdoues es una de ellas. Un perfume que huele a nostalgia, a cartas escritas a mano y a historias de amor de antaño. Desde hace casi un siglo, su estela floral ha sido sinónimo de elegancia, ternura y una sensualidad delicada. No es casualidad que las violetas, flores modestas pero intensas, hayan sido siempre aliadas de la alta perfumería: su aroma envolvente ha perfumado desde tocadores aristocráticos hasta los pañuelos de las mujeres más románticas del siglo XX.

Violette de Toulouse: la fagancia eterna de la mujer romántica

Henri Berdoues y su declaración de amor en forma de perfume

Desde el inicio de los tiempos, el amor ha sido el gran motor de las emociones humanas. Inspiración de poetas, pintores y músicos, ha movido pasiones intensas y contradicciones profundas. No es raro que, a veces, nos dejemos arrastrar por amores que parecen imposibles, peligrosos incluso. En la primavera de 1936, Henri Berdoues, perfumista de la segunda generación de la familia Berdoues, se enfrentó al vértigo de confesar su amor. Pero quiso hacerlo a su manera: con arte, elegancia y delicadeza. Así nació Violettes de Toulouse, un eau de toilette que habla de la pureza de un amor secreto. Su fórmula captura un ramo de violetas frescas, matizadas por notas verdes, tierra húmeda y jazmín. El frasco, inspirado en las bomboneras del siglo XVIII, terminó por sellar este acto de amor eterno.

Un ramo de violetas recién cortadas

Violettes de Toulouse no es solo una fragancia floral: es un poema olfativo en toda regla. Su composición parte de un absoluto de hojas de violeta, una nota verde, húmeda, ligeramente empolvada, que recuerda a la hierba fresca tras la lluvia. A este corazón vegetal se suma la flor de iris, elegante y empolvada, que aporta cuerpo y un toque vintage, como de tocador antiguo. El jazmín, por su parte, añade carnalidad y luz, sin robar protagonismo. Estamos ante uno de los perfumes más icónicos de la historia, una joya que resume la sensibilidad de una época y que, sin embargo, sigue seduciendo hoy con su estilo atemporal.

Un corazón que late entre frambuesas, jazmín y almizcles suaves

Lo más sorprendente de Violettes de Toulouse es su forma de evolucionar sobre la piel. Tras la frescura inicial de las hojas y flores, se abre paso un corazón inesperado, con un guiño afrutado de frambuesa, sensual sin ser empalagoso. Este acorde, combinado con el jazmín, envuelve la piel en una caricia ligera, femenina, íntima. El alma de este perfume está en su delicadeza: nada resulta excesivo, todo está equilibrado. El fondo es cálido y confortable, gracias al almizcle blanco y a la haba tonka, que dejan una estela suave, adictiva y reconfortante. Perfumes icónicos que han dejado huella en la historia suelen tener esa virtud: ofrecer una experiencia sensorial completa que acompaña sin imponerse.

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Perfume Violettes de Toulouse de Parfums Berdoues

Polvo de heliotropo, ternura en la piel

En las notas de fondo, la héliotropine —una molécula con aroma empolvado y almendrado, extraída del heliotropo— actúa como un velo de polvo fino, envolviendo el resto de los acordes en una nube cremosa y sensual. Este detalle no es menor: lo que hace a Violettes de Toulouse único es precisamente su capacidad de conjugar lo etéreo con lo íntimo, como una caricia que perdura. A diferencia de otros florales más intensos o más efervescentes, este perfume propone una melancolía suave, una feminidad madura y contenida. Se trata, sin duda, de uno de los perfumes más icónicos de la historia, con una firma olfativa reconocible y entrañable, capaz de hacerte viajar en el tiempo con solo una gota.

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Perfume Violettes de Toulouse de Parfums Berdoues

El savoir-faire centenario de la Maison Berdoues

Desde su creación en 1902 por Guillaume Berdoues, la casa Parfums Berdoues ha sabido reinventarse sin perder la esencia. Lo que empezó como una barbería perfumista en Toulouse se ha transformado, generación tras generación, en un emblema de la perfumería francesa. Henri, Pierre y ahora Sophie Berdoues han sabido leer los cambios del mundo sin renunciar al arte del perfume tradicional. Violettes de Toulouse representa el corazón de esa herencia: es historia embotellada, emoción en estado puro. Eso sí, no es solo un perfume para mujeres nostálgicas. También es una elección valiente, sofisticada, para quienes buscan algo auténtico. Y aunque han pasado más de 80 años desde su creación, sigue siendo un símbolo del romanticismo más refinado y, cómo no, un gesto de amor hecho aroma.

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