Después de ver el street style de la Copenhagen fashion week, la que para mi - opinión 100% personal- es la mejor semana de la moda del momento, sabía que como todos los años surgirían tendencias a borbotones. Las danesas tienen una capacidad innegable de convertir cualquier prenda o estilo en algo deseable y de moda.

Y así seguramente pasará con la tendencia que venimos escuchando desde hace unos meses pero que no ha terminado de calar en nuestro subconsciente o mejor dicho, en nuestro armario hasta ahora: los accesorios en forma de corazón. Si no sabes de lo que estoy hablando, basta con que escribir en Pinterest "lovecore aesthetic" para descubrir todo un universo de imágenes dedicadas al amor. Rosas rojas, viejos CD recopilatorios con la inevitable dedicatoria, bombones con frases, besos apasionados de enamorados y la iconografía por excelencia: el corazón.
No importa si es rojo, blanco, negro con tachuelas góticas, realista y cubierto de purpurina como el que Gucci mostró en su colección Resort 2022. Lo que importa es el mensaje que difunde.

Fue en el siglo XIV cuando el dibujo estilizado del órgano que nos mantiene vivos empezó a hacerse muy popular gracias a que se lo asociaba a las obras de Shakespeare.
En el siglo siguiente se convirtió en los talismanes de enamorados (accesorio retomado después por Yves Saint Laurent en los años 80) y apareció impreso en las primeras cajas para bombones de Richard Cadbury.

Pero fue en 1920 cuando el corazón aterrizó en el mundo del surrealismo y la moda de la mano de Elsa Schiaparelli, que lo convirtió oficialmente en un estandarte del afecto.
Hoy en día vuelve a resurgir de las cenizas como el ave fénix de la mano de las que más saben de moda como Emili Sindlev, Gilda Ambrosio o Jeanette Madsen, para señalarnos que en las próximas temporadas los accesorios se llevan con forma de corazón.


A pesar de que lo último de esta tendencia sean los accesorios, la realidad es que el lovecore está en todas partes. En varios de los looks de Dua Lipa (siempre fan de la forma de corazón) y también en los de Timothee Chalamet, en los diminutos bolsos de Jill Sander y Chanel o en los jerseys de Loewe, por mencionar algunos ejemplos.

En resumen, los corazones no solo se contemplan en San Valentín ni en otras fechas románticas. Están presente en nuestra vida cotidiana, en nuestro armario y por supuesto hasta en nuestras conversaciones de Whatsapp, ¿O acaso entre los últimos emojis que enviaste no está presente al menos un corazón?