Si en 2017, año en el que vimos nacer las Triple S de Balenciaga, aka las chunky sneakers por excelencia; hubiéramos augurado el regreso de las zapatillas retro al zapatero de las que más saben de moda, es posible que más de un sneakerhead nos hubiera mirado con escepticismo e incredulidad. Pero así funcionan las tendencias, al fin y al cabo: una vez están en boga, la posibilidad de echar mano de otras alternativas parece difuminarse o, directamente, desaparece.

En 2023, 6 años después del lanzamiento de las mencionadas Triple S y 10 años después de que salieran a la venta las adidas x Raf Simons Ozweego 1 (según el estilista Taylor Okata en una entrevista para Highsnobiety, el par precursor del movimiento chunky), nuestra obsesión por las zapatillas retro rebasa límites antes insospechados. El panorama actual de esta industria tampoco ayuda a ampliar nuestros horizontes: las deportivas de espíritu vintage ocupan la mayor parte de los lanzamientos mensuales sin apenas espacio para siluetas innovadoras.
¿Los responsables de que esta sea la deriva actual? Una vez más, el auge del streetwear entremezclado con el tsunami de nostalgia que ha invadido nuestro día a día -no solo en términos de moda, también en el ámbito audiovisual y musical con reboots, series y melodías que miran constantemente al pasado-. Lo que se lleva ahora es calzar a nuestros pies modelos reminiscentes de los ejemplares que empezaron a calzar atletas y deportistas de élite en las pistas y que, a partir de los 90 y en gran parte gracias a los raperos, invadieron el asfalto para quedarse. Motivos poco innovadores, somos conscientes de ello, pero reales.

De ahí que, mires donde mires, siempre te topes con unas zapatillas de corte retro dispuestas a formar parte de tu colección. Ojees en el catálogo de una firma de lujo o en el de una marca fast fashion asequible, es prácticamente imposible no encontrarse con una versión a considerar. Loewe, de hecho, cuenta con el que podría ser de los pares más en tendencia de esta temporada. La Flow Runner no es una zapatillas nueva, sin embargo, puede que aún no las conozcas.

Las zapatillas confeccionadas en ante y nailon con cordones, empeine suave, con un monograma en L, suela de goma ondulada y puntera y talón curvados, cumplen con todos los requisitos que todo amante de las zapatillas busca en un modelo vintage. Si quieres añadir una dosis de color controlada, buenas noticias: no solo las encontrarás en blanco, negro y beige sino también en verde y con toques rosas y azules.

Zapatilla Flow Runner en ante y nailon de Loewe (590 euros)