En el corazón de la época oficial de bodas, bautizos y comuniones, nuestro radar fashion está activado al máximo. De este modo, cada enlace que tiene lugar en nuestro país merece una dosis de atención, ya que nunca sabemos dónde se esconderá una gran joya a nivel estilístico. La boda de Felipe Benjumea Porres y María de Chiris Mora Figueroa en Sevilla ha sido uno de los enlaces más destacados del pasado fin de semana.
Felipe Benjumea Porres, hijo del expresidente de Abengoa y María de Chiris Mora-Fuigeroa, nieta del conde de Chiris e hija de Gilles de Chiris y Mercedes Mora-Fuigeroa, se dieron el "sí, quiero" en ante cientos de invitados en la iglesia del Señor San José, situada en la calle San José, n.º 17, de Sevilla. La boda, que arrancó a media mañana, contó con la presencia de familiares y amigos de la pareja.

La novia se dejó conquistar por un vestido relativamente sencillo, aunque muy elegante y sofisticado. Cuello barco, tirantes anchos, bordados verticales y una falda asimétrica fueron los principales elementos de un vestido nupcial por el que no pasa el tiempo. La estrella del outfit de la novia fueron los pies, donde brillaban unos llamativos zapatos de tacón midi ancho acabados en punta y con tiras teñidos de terciopelo de color melocotón.

Hablando de calzado, varias invitadas al evento apostaron por zapatos propios de esta temporada que resultan un clásico atemporal (y que, de paso, son muy cómodos). Una de las asistentes a la ceremonia nos enseñó a combinar unas clásicas alpargatas de cuña media con un vestido midi estampado y una pamela realizada con materiales naturales para construir un look de invitada de primera. Unas alpargatas teñidas de beige son un básico de cualquier fondo de armario.

Por otro lado, una de las invitadas se decantó por un original vestido largo de estampado floral que acompañó con unas bailarinas planas de color azul, el mismo tono del bolso. Esta combinación es un diez para la temporada primavera-verano y se convierte en un gran aliado de cualquier ocasión especial.
El vestido, de corte camisero, es sofisticado y anchito, así que asegura altas dosis de comodidad, sin dejar a un lado el estilo. Si tienes una boda próximamente y no quieres defender un par de taconazos, recuerda que las bailarinas también son aptas para citas de día o de noche. Sobre todo, si son de algún color presente en el vestido o el mono de invitada.