Ayer fue un día especial para la familia coronada por Ana Obregón. Uno de los sobrinos de la actriz, Juan Antonio García-Obregón, y su mujer, Cristina Gutiérrez, se dieron el 'sí, quiero' ante cientos de invitados y varios fotógrafos de la prensa nacional. Hace apenas unas semanas que otro sobrino de Ana, Javier García-Obregón, también pasaba por el altar junto a Eugenia Gil Muñoz.

La boda tuvo lugar en una localización de ensueño, el monasterio de San Pedro de Villanueva, un antiguo enclave románico del siglo VIII, convertido en el Parador de Cangas de Onís. Tras la ceremonia, la celebración se produjo en el mismo Parador, donde la cocina asturiana y monástica fueron las grandes protagonistas. Gutiérrez se decantó por un clásico vestido de novia con escote de pico, mangas con hombreras abullonadas y un corte tipo fajín que le sentaba de maravilla.

Como cabía esperar, Ana Obregón fue la invitada más solicitada por las cámaras. La actriz lo apostó todo al rojo pasión, con un vestido de Alejandro de Miguel que dejó a todo el mundo sin palabras. Los accesorios, también teñidos de rojo, fueron un tocado con plumeti, un bolso acolchado y unos salones de puntera afilada.

Pese a que Ana fue la invitada más esperada, otras asistentes a la boda de Juancho García-Obregón y Cristina Gutiérrez lucieron looks que merecen ser comentados. Para nosotras, una invitada de verde esmeralda y accesorios dorados ganó la batalla en materia de sofisticación.
Un vestido midi de corte camisero y grandes botones joya fue el centro de un estilismo que completó con un bolso tipo judas con abalorios dorados, unos llamativos pendientes y unos zapatos de tacón medio y punta cuadrada. Sin lugar a dudas, estamos ante un vestido muy versátil, que los complementos determinan el nivel de formalidad del outfit.

Bajo nuestro punto de vista, optar por un vestido de un tono vibrante y añadir accesorios metalizados -sean plateados o dorados- es un gran acierto para dibujar un look de invitada los 365 días del año, ya que se crea un equilibrio perfecto de fuerzas. Además, siempre puedes lucir el vestido de nuevo para ir a una cena especial y los complementos te pueden acompañar a una cita cerca del mar.