Son muy populares, engañosas y muchas de ellas suponen graves riesgos para la salud: son las llamadas dietas milagro y hay “pistas” que nos ayudan a reconocerlas para poder evitarlas. El gran y principal atractivo de las dietas milagro es que prometen resultados notables y espectaculares en poco tiempo y sin pasar hambre, por eso, tanta gente cae en ellas. Sin embargo, no es la única clave para reconocerlas: suelen basarse en un consumo calórico extremadamente bajo, se respaldan tras los consejos de un “supuesto” médico de gran éxito, no suelen tener unas indicaciones en cuanto a cantidades y reglas muy fijas y es frecuente que se complementen con otros productos “milagro” y, bastante caros, por cierto, como laxantes, suplementos, etc. La oferta de este tipo de dietas para adelgazar es muy tentadora, ya que supone menos esfuerzo que adoptar unos hábitos saludables, hacer ejercicio y mantenerlos a largo plazo. Sin embargo, no debemos engañarnos: perder peso y mantener la línea supone llevar unos hábitos alimenticios saludables, hacer deporte, mantener una dieta equilibrada y ser constantes, esto es lo que de verdad funciona. Las dietas milagro logran resultados rápidos, es cierto, pero tienen un gran efecto rebote y, además, propician muchos problemas de salud a largo plazo por carencias de nutrientes básicos, provocan depresión y problemas obsesivos con la comida cuando aparece la frustración al recuperar kilos. No arriesgues tu salud: una dieta milagro siempre es peligrosa y poco recomendable para resultados estables a largo plazo. Consulta con un médico especialista y sigue sus consejos. ¿Quieres saber más características de las dietas milagro para poder “escapar” a sus encantos? No te pierdas nuestra galería “5 pistas para reconocer y evitar las dietas milagro”.
¿Cómo reconocer una dieta milagro? Las claves para evitarlas
Son muy populares, engañosas y muchas de ellas suponen graves riesgos para la salud: son las llamadas dietas milagro y hay “pistas” que nos ayudan a reconocerlas para poder evitarlas.
