Nada como ese gesto automático que tantas beauty lovers han convertido en ritual: rociarse perfume justo en el cuello, a ambos lados, antes de salir. Elegante, icónico y casi cinematográfico. Sin embargo, este hábito aparentemente inofensivo lleva años generando debate entre dermatólogos, que alertan sobre sus posibles efectos negativos en la piel. Aunque para muchas el cuello sigue siendo el lugar preferido para dejar su estela, los expertos no lo tienen tan claro.
Una de ellas es la doctora Lourdes Rodríguez, dermatóloga y pediatra con diplomatura en dermatología estética, una profesional que ha revolucionado TikTok con un video en el que desmonta este movimiento tan común. Según su discurso, el cuello es una de las zonas menos recomendables para aplicar perfume, especialmente durante los meses de verano. ¿El principal motivo? Riesgos cutáneos que van más allá de una simple irritación.
Una experta explica por qué la piel del cuello no es el mejor lugar para aplicar el perfume
Cuidado con las alergias e irritaciones: el perfume también puede dañar la piel
Rociar una fragancia directamente sobre el cuello puede sonar sofisticado, pero es uno de los errores comunes al usar nuestro perfume. En su video, la doctora Rodríguez lanza un mensaje claro y directo: perfumarse en el cuello puede producir alergias e irritaciones. La piel de esta zona es más fina y sensible, además de estar especialmente expuesta al sol. En verano, la combinación de perfume más rayos UV puede provocar reacciones cutáneas inesperadas.
En realidad, lo que muchas veces pasa desapercibido es que los perfumes están formulados con alcohol y otras sustancias potencialmente fotosensibilizantes. Esto significa que, al contacto con el sol, pueden provocar manchas, rojeces e incluso alergias. Algo que cualquier amante de la perfumería debería tener en cuenta si quiere evitar sorpresas indeseadas. Por eso, una de las principales causas por las que el perfume no dura todo el día puede deberse a su mala aplicación y sus consecuencias.
La ropa, nuestra gran aliada para aplicar perfume con seguridad
Frente a este riesgo, la doctora propone una alternativa sencilla y eficaz: pulverizar el perfume sobre la ropa. No solo ayuda a prolongar la duración de la fragancia, sino que además evita el contacto directo con la piel, reduciendo así cualquier posibilidad de rechazo. Atención, esto no significa perfumar una camiseta vieja: el tejido ideal para conservar el aroma son las fibras naturales como el algodón o el lino (pese a que es importante probar en una zona poco visible para comprobar que el perfume no mancha, en especial los tejidos claros).

Más allá del cuello, existen zonas del cuerpo donde el perfume puede aplicarse sin tantos riesgos. Los puntos de pulso (como las muñecas, la parte interna de los codos o detrás de las orejas) son lugares idóneos, aunque siempre debemos estar atentas a una posible reacción. Eso sí, siempre con moderación y sin frotar, ya que restregar una muñeca con la otra rompe las moléculas del perfume y modifica su evolución.