Todo el mundo me pregunta qué perfume llevo y mi respuesta es la siguiente: son dos fragancias que combino para un aroma realmente único

Si yo creo mi propio perfume, tú también puedes: tan solo tienes que dejarte guiar por las maravillas del layering.
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Imagen inspirada en un perfume cítrico - Zinet Media

Llevo años dedicada al mundo de la perfumería y aún me sorprende cómo un buen perfume puede despertar tanta curiosidad. No exagero cuando digo que más de una vez al día alguien me detiene para preguntarme qué fragancia llevo. La verdad es que no tengo una respuesta simple: no es un único perfume, sino una mezcla que descubrí jugando, probando, arriesgando con algunos de los favoritos de mi colección. Y sí, como casi todo en la vida, esa es la clave del éxito.

El layering se ha convertido en una de las formas de llevar perfume que más me gusta. Es una técnica que consiste en combinar dos o más fragancias para crear un aroma completamente personalizado. Me encanta porque me permite huir de lo predecible, darles una nueva vida a mis perfumes predilectos y, sobre todo, oler diferente a todas las demás. Piénsalo: ¿cuántas personas crees que mezclan exactamente los mismos perfumes en las mismas proporciones? Exacto, muy pocas. Por eso no dudo en afirmar que esta práctica convierte cada perfume en una firma irrepetible.

Cómo elegir las fragancias adecuadas para esta misión

Eso sí, no todo vale. Aprendí con el tiempo que mezclar por mezclar no siempre funciona. Hay que entender un poco cómo se comportan las notas y cómo evolucionan en piel. En mi caso, me guío por la intuición pero también por la experiencia: las notas cítricas combinan bien con florales ligeros o acordes aromáticos; los fondos almizclados ayudan a fijar, mientras que las especias aportan carácter. Atreverse a probar es el primer paso del camino, aunque al principio no estés segura del resultado o no te acaben de convencer las mezclas.

Entre pruebas, juegos y alguna que otra decpción descubrí la combinación que ahora no cambio por nada del mundo. Sencillamente, un día se me ocurrió mezclar dos fragancias que siempre tengo cerca y el resultado fue tan espectacular que ya no he vuelto atrás. Esta mezcla huele a verano, a elegancia atemporal, a esos perfumes frescos y seductores para disfrutar de un largo y cálido verano.

Mis dos perfumes infalibles para jugar al layering

La primera que aplico en mi piel es Sushi 24 de Toni Cabal. Tiene una salida vibrante, con limón español, mandarina verde y bergamota italiana, que me atrapa desde el primer segundo. Es como una bocanada de aire fresco y limpio, pero no se queda ahí. A medida que evoluciona, aparecen matices más sensuales: jazmín de Sambac, flor de naranjo, nenúfar y un toque inesperado de jengibre que le da tensión. El fondo es suave, delicado, con musk floral y musk blanco que envuelven todo con calidez.

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Sushi 24 de Toni Cabal

A este frescor moderno y floral le sumo Colonia de Acqua di Parma, un perfume que siempre ha estado en mi tocador y que, por sí solo, es una joya icónica dentro del universoo olfativo. Su mezcla de limón, naranja dulce y bergamota de Calabria me parece la definición perfecta de limpieza lujosa. Luego entra en escena un corazón aromático con lavanda, verbena, rosa de Bulgaria y romero que aporta sofisticación sin restarle frescura. El fondo, con vetiver, sándalo y pachulí, le da una profundidad que adoro. Es una de esas fragancias que solo las expertas en perfumería se atreven a llevar, ya que tiene carácter sin ser invasiva.

Cuando las combino, algo especial ocurre. Las salidas cítricas de ambas se potencian entre sí y crean un arranque luminoso, chispeante, de esos que levantan el ánimo en días complicados. Enseguida surge un corazón floral completamente distinto a lo habitual. No huele a los perfumes florales clásicos, sino a mezcla vibrante y contemporánea. Además, el fondo es otro nivel. El almizcle blanco de Sushi 24 se funde con la calidez amaderada de Colonia, dando como resultado una estela suave e inolvidable. Aquí no hay dulzura empalagosa ni toques empolvados; solo una sensación de frescura sofisticada que dura horas. Si alguna marca fusionara ambos aromas en un único frasco, seguro que se convertiría en una de las fragancias que compraría una y otra vez sin pensármelo.

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Colonia de Acqua di Parma

No me canso de decirlo: esta mezcla es "mi aroma" en mayúsculas. No lo encontrarás en una tienda online ni en ninguna estantería física. Si eres una amante de la perfumería como yo, te animo a experimentar y a dejar a un lado las convencionalidades. Tal vez descubras una mezcla tan única como esta, una combinación que te haga sentir sencillamente tú misma. El precio de Sushi 24 es de 180 euros y el de Colonia es de 162 euros.

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