En el mundo de la perfumería, existen fragancias que se convierten en verdaderas joyas sin fecha de caducidad. Estos perfumes no solo sobreviven a las tendencias pasajeras, sino que se consolidan como favoritos entre distintas generaciones. Su secreto radica en su aroma fresco y ligero, capaz de adaptarse a cualquier ocasión y de conquistar a beauty lovers de todas las edades. Hoy hablamos de una de esas fragancias icónicas que, desde su lanzamiento en los años 90, ha mantenido su relevancia en el mercado, alzándose como uno de los perfumes frescos de verano que una editora de belleza tiene fichados porque huelen a limpio. Este aroma floral con interesantes matices sigue siendo una elección infabile, especialmente en primavera-verano, cuando su aroma refrescante se convierte en el complemento idóneo para el día a día.
El encanto de una fragancia icónica con el sello de DKNY
El perfume en cuestión es nada más y nada menos que DKNY Woman de DKNY, una fragancia lanzada en 1999 que ha sabido mantenerse en la cima gracias a su magia para enamorar a distintas amantes del perfume. Inspirada en la vibrante ciudad de Nueva York, este bálsamo combina energía e intensidad. Su éxito radica, entre otros muchos elementos, en su capacidad para capturar la esencia de una ciudad que nunca duerme y que siempre está en movimiento.
Un perfume que despierta los sentidos sin ser invasivo
Las notas olfativas de DKNY Woman son una verdadera sinfonía para los sentidos. Desde sus notas de salida, que incluyen hojas de tomatera, naranja, mandarina y chabacano, hasta sus notas de corazón de casia, nenúfar (lirio de agua), nenúfar amarillo, narciso amarillo, jazmín, heliotropo, ylang-ylang, orquídea y rosa, esta fragancia ofrece una experiencia olfativa completa que se transforma con el paso de las horas. Finalmente, sus notas de fondo de abedul, gamuza, sándalo, pachulí y ámbar aportan una calidez que envuelve y seduce, logrando una duración más que aceptable para tratarse de un eau de toilette.

En pocas palabras, este perfume destaca por su matiz cítrico, aromático y verde que vibra con un tono fresco especiado, amaderado, afrutado y dulce, dando vida a una esencia que se mantiene fuerte pese al paso del tiempo y que acumula miles de fanáticas tras más de 25 años dando guerra. El precio de DKNY Woman varía en función de la plataforma de compra y del tamaño del frasco, pero no suele sobrepasar los 50 euros. Por ejemplo, los 100 ml tienen un coste de 39,95 euros en Druni, al igual que en Primor (39,95 euros por 100 ml).
Más allá de DKNY Woman: otras fragancias florales míticas que nacieron en los 90

Noa de Cacharel, lanzada en 1998, es otro de los nombres propios de la adolescencia de las millennials. Esta fragancia combina la suavidad de la peonía con la intensidad de las maderas, dando vida a un aroma sofisticado y duradero. El ylang-ylang, el jazmín y el lirio de los valles dominan el corazón de la composición. En el fondo, el café y la vainilla aportan duración, calidez y mucha personalidad. Precio: 65 euros en Sephora.

Por otro lado, Halloween de Jesús del Pozo nació en 1997. Esta fragancia ofrece todo el protagonismo a la violeta, que convive con magnolia, lirio de los valles (muguete), nardos y pimienta en el centro de la sinfonía. La salida de notas marinas, hoja de plátano y petit grain es fresca y efervescente, mientras que el fondo de incienso, sándalo, vainilla de Madagascar y mirra es cálido y un tanto oscuro. Precio: 37,10 euros en El Corte Inglés.