Hay un mundo paralelo al de los perfumes comerciales, un universo fascinante donde nacen creaciones únicas, llenas de carácter y con historias que emocionan. Me refiero a la perfumería nicho, ese territorio reservado a las que buscan algo más que una fragancia que huela bien: sueñan con piezas que van un paso más allá. Y lo mejor es que, muchas veces, estas joyas no cuestan mucho más que lo que pagamos por perfumes de diseñador que vemos en cualquier perfumería.
Entre estas firmas con alma, me he topado con Maison Mataha, una casa joven, discreta, pero con un talento enorme para dar vida a perfumes que no se olvidan. Su último lanzamiento, Pêche Velours, es la excusa perfecta para hablarte de ella, porque no solo huele de maravilla, sino que encarna todo lo que deseamos las que amamos los aromas diferentes.
Un perfume en el que brilla el melocotón más luminoso y jugoso
Maison Mataha, una firma nicho con mucho potencial
Lo que más me ha enamorado de Maison Mataha es su origen. Esta marca nació de la obsesión de una pareja por crear la vainilla perfecta, esa que nadie había conseguido: intensa, oscura y con la calidez deliciosa de una crème brûlée. Cansados de no encontrarla, decidieron formularla ellos mismos. Así surgió Escapade Gourmande, su primer perfume, trabajado con el maestro perfumista Vincent Ricord y CPL Aromas. Lo que comenzó como un proyecto personal acabó convirtiéndose en una firma que hoy sigue creciendo, siempre fiel a su idea inicial.
Tras el éxito de su primera creación, Maison Mataha ha ampliado su colección con nuevas propuestas, manteniendo su obsesión por la calidad y el poder sensorial. Ahora, con Pêche Velours, la marca vuelve a sorprendernos con una fragancia que promete convertirse en un imprescindible para las amantes de los perfumes con olor dulce de los que nunca te vas a cansar.
Pêche Velours, un perfume afrutado que se escapa de lo habitual
La primera vez que probé Pêche Velours sentí un flechazo instantáneo. Es como morder un melocotón maduro bajo el sol de agosto, con esa mezcla jugosa y aterciopelada que se queda en los labios. Su salida, dominada por esta fruta, es brillante, luminosa, adictiva. Sin embargo, no se queda solo en la parte afrutada: evoluciona hacia un corazón floral en el que los nardos, el jazmín y la violeta se entrelazan creando un abrazo delicado.

En la piel, la fragancia se suaviza gracias a un fondo donde la vainilla, el almizcle y el sándalo aportan una estela cálida, elegante, imposible de ignorar. Sí, existen perfumes dulces perfectos para el verano y la clave está en buscar fragancias con un punto fresco que no saturen, como Pêche Velours. Lo que más me gusta es su versatilidad. Aunque tiene ese lado goloso, no es empalagoso ni demasiado azucarado. Lo puedes llevar tanto de día como de noche, en la oficina o en una cena especial. En pocas palabras, es de esos perfumes que huelen a fruta con los que recibir mil halagos este verano. Cuesta 190 euros los 100 ml.
Otros perfumes nicho en los que reina el melocotón
Tyger Tyger de Francesca Bianchi

Para cerrar, no puedo dejar de recomendarte Tyger Tyger de Francesca Bianchi, otra joya donde el melocotón juega un papel clave. Este perfume, con un precio de 249 euros por 30 ml, es intenso, oscuro y sensual. Mezcla flores narcóticas, miel, mermelada de melocotón, pachulí, sándalo, musgo de roble, oud, cuero y heliotropina. Su concepto es tan impactante como su aroma: la belleza y el terror conviviendo en una misma fragancia, inspirada en el poema de William Blake.