Los aromas tienen un efecto directo sobre nuestras emociones. Basta una sola nota para evocar un recuerdo, cambiar el estado de ánimo o hacernos sentir más seguras. En el universo de la perfumería, elegir el perfume adecuado es tan importante como el look o el maquillaje: un perfume puede transformar por completo la actitud con la que se vive una cita.
Aunque durante el día solemos preferir fórmulas ligeras o florales, cuando cae la noche y suben las expectativas, lo que apetece es algo más memorable. Si se trata de levantar el ánimo sin renunciar al magnetismo, una fragancia fresca, luminosa, que combine la efervescencia de los cítricos con un fondo profundo y sofisticado, es siempre una apuesta ganadora. En especial si la mandarina, chispeante y suculenta, está presente en la salida. Eso sí, acompañada de una base sensual y duradera, capaz de dejar rastro bajo la luna.
El mejor perfume para una cita de noche porque uno de sus ingredientes levanta el ánimo y nos hace sentir más irresistibles
Fortunato de Thauy, una novedad que encaja en esta descripción
Pocas novedades recientes logran reunir energía vibrante y sensualidad elegante como Fortunato de Thauy. Desde el primer vaporizado, transmite alegría, seguridad y cierto misterio que atrapa. La salida cítrica combina bergamota, mandarina, limón y un toque de lavanda, una mezcla que genera una explosión fresca, efervescente, capaz de despertar los sentidos antes incluso de terminar de vestirse.
La historia olfativa continúa con un corazón especiado, salado y aromático, donde el cardamomo y la canela aportan calidez, mientras que la sal marina y la salvia aportan contraste. Una fragancia fresca y aromática que respira elegancia, movimiento y fuerza interior, ideal para las noches largas en las que el plan empieza con una cena y puede acabar bailando descalza en una playa (guiño guiño).
El fondo de Fortunato es sobrio y elegante, con patchouli, hojas de geranio y un acorde amaderado-mineral que deja una estela muy personal, envolvente y magnética.Sin lugar a duda, la mejor fragancia para una noche inolvidable, con presencia, carácter y sin ser agresiva. Además, no es un perfume predecible. A pesar de sus notas cítricas, no cae en lugares comunes: Fortunato es uno de esos perfumes cítricos nada típicos. El frasco de 50 ml tiene un precio de 209 euros.
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Aïda de Toni Cabal
Si Fortunato es pura chispa elegante, Aïda de Toni Cabal se mueve en coordenadas más románticas y dulces, pero igual de acertadas para una cita estival. Esta fragancia española combina rosa de Bulgaria y mandarina italiana en la salida, creando un inicio suave, afrutado y alegre, que abre paso a un corazón cremoso de frambuesa e iris. El fondo, con vainilla de Madagascar, sándalo de Mysore y musk floral, deja una huella aterciopelada. Cuesta 160 euros los 100 ml.
