Mal momento para Steven Spielberg, el cineasta lleva sufriendo durante bastante tiempo el acoso de una mujer que no le deja en paz, Sarah Char, y aunque en un principio no quiso tomar fuertes medidas contra este asunto, el desarrollo de los acontecimientos le han llevado a solicitar una orden de alejamiento contra la susodicha, petición que le ha sido concedida.
Ha sido el mismo quien ha hecho pública su determinación y la favorable decisión legal que ha obtenido, tal y como ha revelado el portal de estados Unidos ‘TMZ’. Spielberg se animó a presentar la demanda cuando se supo que su acosadora había querido comprar un arma, probablemente para utilizarla contra él o quizá contra su familia, algo que le hizo no tener ya ninguna duda para poner remedio a una cuestión tan escabrosa, pues claramente su vida y la de los suyos corría un grave peligro.

Han sido varias las ocasiones en las que Steven Spielberg ha recibido amenazas por parte de Sarah Char, advirtiendo la policía que esta persona había tenido ya algunos arrestos por hechos similares, como amenazas criminales, acoso y acecho. “Si tengo que asesinar personalmente por robar mis IP, lo haré. ¿Entiendes?”, llegó a publicar en su red social la denunciada en referencia al afamado director de películas tan conocidas como 'Tiburón’ o ‘Jurassic Park’.
Gracias a las pruebas presentadas a los agentes de la autoridad por el reconocido cineasta, de 73 años, y a los datos aportados por estos, la orden de alejamiento temporal que había solicitado se materializó de manera muy rápida, lo que impide a Char estar a menos de 90 metros del demandante, así como de su mujer y sus hijos, añadiendo además la prohibición de continuar comunicándose con él.

Cabe recordar que Steven Spielberg está casado en la actualidad con Kate Capshaw, su segunda esposa, a la que conoció cuando rodaba la película ‘Indiana Jones y el Templo Maldito’, con ella tiene tres hijos biológicos y dos adoptados, a los que hay que añadir otros dos vástagos de las anteriores relaciones de cada uno, formando una amplia familia numerosa en la que se integra la pareja junto a Jessica, hija de Kate, Max, fruto del matrimonio del director con Amy Irving, y los de ambos: Sasha, Mikaela, Theo, Destry Allyn y Sawyer.
Matrimonio asustado
Dadas las continuas situaciones de acoso que ha sufrido Steven Spielberg ha llegado un momento que ha temido por su vida y la de su familia, sobre todo por su mujer, Kate Capshaw, y sus hijos, por eso no le ha quedado más remedio que tomar medidas al respecto.

Amenazas, acoso y acecho
El director de 'Tiburon', 'La lista de Schindler' o 'Jurassic Parc' es reconocido en todo el mundo como uno de los mejores cineastas de la historia del largometraje, por eso ha sido blanco de una mujer que tiene en su haber varios arrestos por delitos como amenazas, acoso o acecho.

Cartas en el asunto
Aunque Spielberg continúa haciendo vida normal y para que así pueda seguir haciendo, no ha dudado en solicitar una orden de alejamiento contra Sarah Char, la acosadora, que no puede acercarse a menos de 90 metros de él, su esposa o sus hijos.

Preocupado por sus hijos
Junto a su mujer Kate, ha formado una familia numerosa de la que está muy orgulloso, acudiendo en ocasiones con alguno de sus hijos a los eventos que le invitan, como en el que muestra la imagen en el que le acompañan, además de su esposa, su hijo Sawyer y su hija Destry Allyn.

Biológicos y adoptados
Steven y Kate conviven con siete hijos, dos de sus anteriores relaciones y cinco comunes, de estos últimos dos son adoptados. Aquí les vemos con Sasha, una de sus hijas biológicas.

Conflictiva
Su hija Mikaela George Spielberg ha pasado a ser bastante conocida porque ha decidido dedicarse a hacer películas porno, al matrimonio le pilló por sorpresa pero no la han criticado, a lo que ella ha dicho: "Para ellos, la prioridad siempre ha sido mi seguridad".

Aliviados
Al ser aceptada la orden de alejamiento que solicitó el director la pareja ya podrá en cierto modo descansar, aunque con una mujer como la que les persigue quien sabe lo que es capaz de hacer, incluso saltarse la orden del juez.
