Cuesta creer que en los tiempos que corren se oigan sandeces como la que la exmodelo Carla Bellucci ha manifestado recientemente sobre el aspecto y el futuro de su hija menor de edad, de tan solo 14 años, Tanisha Bellucci. Madre e hija tienen una gran actividad al frente de las redes sociales, lo que preocupa un poco, dado el alcance que tienen ante niñas y mujeres y la opinión cuestionable que pueden estar sembrando sobre miles y miles de seguidores.
La exmodelo británica, de 37 años, ya tuvo su momento de polémica en el pasado, cuando al parecer fingió haber tenido depresión para conseguir una cirugía de nariz de forma gratuita. Esto le hizo ganarse el odio de muchos ciudadanos del Reino Unido, y ahora su fijación por la estética ha vuelto a jugarle una muy mala pasada.
La pequeña Tanisha siente admiración por el clan Kardashian, y adora sus cuerpos artificiales de labios carnosos y traseros pasados por el quirófano. Esto tendrá que ver con la obsesión de su madre por la estética y la apariencia, quien ha confesado que ya están ahorrando (Carla con 100€ al mes y Tanisha con el dinero que recibe en cumpleaños, Navidad, etc.) la cantidad necesaria para operar a su hija a los 16 años con un relleno de labios y a los 18 con prótesis en el pecho.
La estética antepuesta a la educación
Muchos de los seguidores de la ex modelo se han alterado mucho al conocer su opinión acerca del futuro de su hija, y es que Carla confiesa que su hija no es académicamente muy buena, por lo que tiene que reforzar su físico para tener un futuro prometedor. "Tanisha es atractiva, pero la cirugía le hará ser aun más bonita" afirma la exmodelo, y es que ha confesado que muy poco le importan los estudios y la carrera profesional de su pequeña, ya que quiere convertirla en famosa únicamente a través de su físico.
Otra de las frases que han hecho levantarse a sus seguidores ha sido "la gente fea no llega a ninguna parte en estos días", por lo que los planes de futuro que tiene la madre de Tanisha están enfocados únicamente a mejorar su físico para poder hacerle triunfar en las pasarelas, dado que a nivel académico la joven no parece estar muy involucrada y ya vuelca gran parte de su interés (y su dinero: se gasta unos 200€ al mes en uñas acrílicas, extensiones y pigmentación de cejas) a su aspecto físico.
Cuesta creer que este tipo de convicciones y pensamientos formen parte de la sociedad actual, en la que cada vez más se lucha por la inclusión de la mujer en todas sus facetas en el mundo de la moda, y en un momento en el que la figura de la mujer está cada vez menos sexualizada, potenciando su labor profesional y el trabajo de muchas de ellas, por encima de cualquier parámetro estético o físico.
Esperemos que no se den muchos casos como este, que van en dirección contraria a la lucha que se está llevando a cabo desde hace años por miles y miles de mujeres.
