Miguel Báez, ‘El Litri’, y Casilda Ybarra, se dan hoy el ‘sí, quiero’ en Sevilla . La ceremonia será por lo civil y tendrá lugar en el Cortijo del Carrascalejo, una finca de 700 hectáreas que pertenece al torero, ubicada en Sanlúcar la Mayor. Se trata de la segunda boda para Miguel, y la primera para Casilda. La pareja lleva tres años saliendo, aunque han sabido ocultarse bien del foco mediático y apenas existen imágenes juntos.
Cortijo de Carrascalejo
La finca donde tendrá lugar la ceremonia es propiedad de la familia Báez Spínola y el torero se encarga de gestionar su patrimonio inmobiliario y el de sus padres. El cortijo fue adquirido hace cuatro años y está formado por un edificio central rectangular, casa de invitados y piscina con jardín. Un lugar idílico para celebrar una ceremonia romántica y de carácter privado.
Casilda Ybarra
Se trata de una de las bodas más relevantes de la alta sociedad. Casilda es hija de Antonio Ybarra, empresario del sector del aceite y la alimentación, y Casilda de Fontcuberta, y tiene tres hermanos. Casilda forma parte de una familia de aristócratas de Sevilla, emparentada con los duques de Estremera o los Medinaceli. La novia está licenciada en Geografía e Historia del Arte y museóloga por la Universidad Complutense de Madrid. Hace casi 7 años que trabaja en el área de gestión cultural. Comenzó en 2015 en la galería Coll & Cortés y desde 2020 lo compagina con un puesto como 'cultural projects associate' en Factum Foundation, una fundación sin ánimo de lucro. Es una mujer muy discreta que siempre procura mantenerse en segundo plano.
Menú de la boda
Vanitatis ha revelado el menú de la boda de principio a fin. Entre los canapés que degustarán los invitados, se encuentran unas brochetas de salmón con salsa de mostaza dulce, tortitas de maíz con pibil de pato y kimchi, tortitas de gambas al ajillo con guacamole y tostas de foie mi cuit caramelizado. Unos deliciosos entrantes que se completarán con miniquiche de beicon y gratinado de langostino con mahonesa y lluvia de cebollino picado. Como toque final, merluza rebozada, pechuguita Villaroy y minicroquetas de jamón.
Una vez finalizados los entrantes, llega el primer plato. Una ensalada templada de judías verdes y vieiras con crema de parmesano, para continuar con un solomillo de ternera asado con patatas provenzal y champiñón botón. De postre, un fondant de chocolate con helado de vainilla y tarta árabe. El alcohol y los bailes despertarán el hambre de los invitados conforme pasen las horas, y podrán disfrutar de una recena de minisándwiches y pulgas, entre otros canapés del estilo.
Posibles invitados
Aunque la lista de invitados al completo solo la conocen los novios, es probable que algunas caras conocidas del panorama nacional se den cita en esta importante boda. Aunque Miguel ya se retiró de los ruedos, conserva grandes amistades de la profesión. Entre sus grandes amigos se encuentra Enrique Ponce, que a pesar de ser íntimo del novio, ha tomado la decisión de perderse su gran día para evitar aparecer en público junto a su novia, Ana Soria. Francisco Rivera también forma parte del círculo de amistades de Miguel, y es más que probable que asista junto Lourdes Montes. Los que no faltarán a la cita son los hijos del torero, Atalanta, Miguel y Olivia, que también participaron en la petición de mano celebrada hace varias semanas. Los padrinos de la boda serán la madre de ‘El Litri’, Conchita Spínola, y el padre de Casilda, Antonio Ybarra.
Nada de exclusivas
Aunque todavía no se ha confirmado, todo apunta a una boda sin exclusiva de por medio debido al discreto carácter de la pareja. Miguel y Casilda siempre se han mostrado esquivos con la prensa, intentando no hacer ningún tipo de declaración sobre su relación sentimental o cualquier aspecto relacionado con su vida privada. Una actitud que hace pensar que la boda se celebrará sin fotos pactadas ni portadas de revista. Una de las grandes incógnitas es el vestido de la novia, aunque probablemente será un diseño tan discreto como la ceremonia que van a celebrar. Está por ver si los novios deciden filtrar alguna imagen para evitar a los fotógrafos, o si por el contrario ponen empeño en mantener el enlace en la más estricta intimidad.
