A sus 68 años Carolina de Mónaco sigue siendo uno de los mayores iconos royals de elegancia y sofisticación. La princesa monegasca lleva toda la vida siendo todo un referente en el mundo de la moda y cada vez que acude a cualquier acto oficial nos encandila. Como no podía ser de otra forma también su última aparición ha sido un recordatorio de su inigualable estilo y del por qué sigue siendo una referencia en el mundo de la moda. En esta ocasión, durante la celebración del 20º aniversario de Alberto de Mónaco en el trono, deslumbró con un vestido blanco que perfectamente podría llevar una novia el día de su boda civil. Un diseño que encapsula la delicadeza y el glamour que caracteriza a su figura pública y a su personalidad.
El vestido de "boda" de Carolina de Mónaco

La pieza central del deslumbrante look de Carolina de Mónaco es un vestido de la firma francesa Chanel, marca de la que siempre ha sido una ferviente admiradora. Un vestido "de novia" que destaca por su diseño corto y elegante, adornado con volantes. Así como por contar con un escote en pico encargado de aportar una mezcla de sensualidad y sofisticación.
El tejido elegido se desliza suavemente sobre el cuerpo, añadiendo un toque de liviandad y gracia que es ideal para las temperaturas más cálidas de una ceremonia veraniega. Los detalles cuidadosamente elaborados en el vestido hacen eco de la maestría de la alta costura, capturando la luz y la atención de todos los presentes. E

Accesorios y complementos del "vestido de novia"
La princesa monegasca completó el vestido con una chaqueta crop semitransparente para añadir un toque extra de glamour. Los bordados con lentejuelas y abalorios en tonos brillantes no solo realzaban el conjunto sino que añadían una dimensión extra de lujo al look.
En cuanto a calzado, eligió unos zapatos de tacón en nude que alargaban su figura de manera sutil, resaltando aún más la fluidez del diseño del vestido. Mientras que en el ámbito de la joyería se decantó por unos pendientes largos de perlas. Así como un delicado collar en forma de luna.
En el terreno de bolsos optó por un diseño de lentejuelas en un tono verde que introducía un toque divertido y colorido. Un pequeño matiz que no solo añadía un destello moderno, sino que también mostraba su habilidad para jugar con los colores y texturas de una forma que solo un verdadero icono de estilo puede lograr.
