Carolina de Mónaco ha vuelto a dejar constancia de por qué sigue siendo uno de los grandes iconos de estilo europeo. Con más de 60 años y una elegancia innata, la princesa ha demostrado una vez más que la sofisticación no entiende de edades ni de temporadas. En su última aparición, optó por un vestido de crochet de líneas relajadas que, lejos de seguir modas efímeras, conecta con lo atemporal y con la esencia del verano más chic. Su elección ha vuelto a poner sobre la mesa una premisa clara: el estilo se construye con actitud, gusto y una sensibilidad afinada por los detalles. Con una silueta suelta, textura artesanal y un aire ligeramente bohemio, este tipo de vestidos representa esa fusión entre tradición y modernidad que tanto define a la princesa.
El retorno del vestido marrón chocolate de Zara
En sintonía con esta tendencia, Zara ha reeditado uno de sus éxitos más celebrados: el vestido de crochet en tono marrón chocolate. Inspirado en diseños que podrían haber salido directamente del armario de Carolina de Mónaco, esta prenda promete convertirse en uno de los imprescindibles del verano. Su textura abierta, su caída favorecedora y su versatilidad hacen que se adapte con facilidad a cualquier contexto, desde una comida frente al mar hasta una velada informal en la ciudad.
Su cálido tono chocolate no solo realza el bronceado, sino que aporta un aire sofisticado que lo diferencia del clásico blanco veraniego. El tejido, ligero pero estructurado, aporta comodidad sin perder elegancia. Zara acierta de nuevo al democratizar un estilo que bebe de referentes de lujo, y lo ofrece en múltiples tallas para llegar a todas las mujeres que buscan prendas con carisma y sencillez.
Cuesta 49,95 35,99 euros.
Cómo combinarlo según el momento del día
La gran baza de este tipo de vestidos reside en su capacidad para transformarse según los complementos. Para un look de día relajado, basta con añadir unas sandalias planas de cuero, un capazo de rafia y un sombrero panamá. Así se consigue un aire resort elegante y sin esfuerzo, ideal para una jornada de vacaciones o un paseo al atardecer.
Si la ocasión requiere más sofisticación, las sandalias de cuña y las joyas doradas aportarán ese toque nocturno perfecto. Unos pendientes en forma de aro o piedras naturales, junto con un clutch metálico, elevan el vestido a la categoría de prenda de invitada informal, ideal para cenas veraniegas o eventos relajados.
Y para la ciudad, nada como reinterpretar el look con zapatillas blancas, una chaqueta vaquera o incluso una blazer ligera. Añadir unas gafas de sol grandes le confiere ese toque urbano con esencia royal que tanto hemos visto en Carlota Casiraghi, hija de Carolina, y heredera de su impecable estilo.
El crochet se consolida como protagonista del verano
Más allá del vestido en cuestión, el crochet se posiciona como uno de los tejidos estrella de la temporada. Su aspecto artesanal encaja con la búsqueda actual de piezas más personales, con alma, que escapen de lo meramente funcional. Zara ha captado esta sensibilidad con una colección en la que el crochet protagoniza tanto prendas básicas como sofisticadas.
Vestidos midi, tops halter, conjuntos de dos piezas y accesorios tejidos forman parte de esta propuesta que apuesta por una estética natural y relajada, muy en sintonía con el espíritu mediterráneo. Lejos de quedarse en lo boho tradicional, el crochet de esta temporada juega con nuevas siluetas, colores tierra y líneas puras que elevan su potencial.
A todo color de ba&sh
Este vestido es ideal para aquellas que quieran salir de su zona de confort a la hora de vestir, apostando por una combinación de colores súper original. Cuesta 345 euros.
El clásico blanco de & other stories
El color blanco es la seña de identidad más características de esta prenda, que es capaz de iluminar el rostro y potenciar el bronceado de nuestra piel. Cuesta 149 euros.
