Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han convertido en los protagonistas de la semana tras su polémica ruptura. El joven madrileño fue “cazado” besando a otra chica en un festival de música, días antes de prometerse con la hija de Isabel Preysler. Desde entonces, los medios han intentado sacar información a los familiares de Íñigo sobre cómo se encuentra actualmente. Aunque la mayoría de ellos dan la callada por respuesta, alguna escueta contestación nos lleva a pensar que el joven no lo está pasando del todo bien. La familia se ha puesto en primera línea, y muchos se preguntan cómo son y a qué se dedican los parientes de Íñigo Onieva.

Su padre, que también se llama Íñigo Onieva, es un empresario y director global de E-Commerce del Grupo Barceló. Cuando se divorció de su madre, se fue a vivir a México, donde volvió a encontrar el amor junto a otra mujer, y decidieron pasar por el altar y con ella tuvo un hijo más, Willy. Mientras tanto, Íñigo y su hermana se quedaron a vivir con su madre en la casa familiar que tenían en La Moraleja. En la imagen, vemos a Onieva junto a su padre y su hermano pequeño, disfrutando de una comida en familia en Cancún.
Su madre, Carolina Molas, también es una reputada empresaria que este 2022 ha sido galardonada con el premio CEO de este año por la distribución de electrodomésticos de consumo. La exsuegra de Tamara Falcó trabaja en una empresa familiar llamada CEMEVISA. Ha sido el miembro de la familia que más detalles ha dado sobre el estado de su hijo, aunque también en unas declaraciones muy escuetas. “Yo no puedo hablar y mucho menos ahora (…) está sufriendo (…) los dos están muy mal. Cada uno con sentimientos distintos obviamente”, explicaba Carolina aparentando cierta tranquilidad.
Su hermana, Alejandra, se dedica al mundo de la interpretación y la hemos podido ver en series como ‘El Secreto de Puente Viejo’ o ‘Alta Mar’. La joven cuenta con casi 350.000 seguidores en Instagram, entre los que se encuentran algunos personajes conocidos como el cantante Dani Martín, la modelo Marisa Jara o la actriz Belén Cuesta. La joven se ha trasladado estos días al domicilio familiar para apoyar a su hermano.
A juzgar por algunas fotografías que publicaba Íñigo, Tamara tenía muy buena sintonía con su familia política. Sin embargo, parece que Isabel Preysler llevaba tiempo sospechando del novio de su hija. Según han comentado varios medios, la reina de corazones se habría puesto en contacto con su exyerno para advertirle de que no vuelva a acercarse a Tamara, que se refugia estos días en los brazos de su madre. No sorprende la reacción de Isabel, ya que no se trata de la primera infidelidad pública de Íñigo hacia su hija, que estaba completamente enamorada y parece que no era muy consciente de lo que estaba ocurriendo en su relación.
Las primeras declaraciones de Onieva tras salir a la luz un vídeo besándose con otra mujer, fueron tajantes. "Yo he ido a ese lugar varios años, tres años de hecho, y ese vídeo es de 2019. Que quieran sacar esto el día de nuestro anuncio de compromiso pues…", aseguraba Íñigo sin titubear. Tamara miraba sonriente a su novio sin dar muchas explicaciones, e Íñigo aprovechó para declarar su amor hacia ella de manera pública. "Yo quiero a Tamara con locura. Nos vamos a casar, pese a quien le pese", explicaba Íñigo lamentando que “siempre haya gente que quiera destrozar nuestra relación”.
La primera en dar declaraciones públicas ha sido Tamara, que tenía un compromiso profesional al que no ha dudo en asistir a pesar de su estado de ánimo. Con la espontaneidad y tranquilidad que le caracterizan, explicaba así los motivos de la ruptura: “Yo entiendo el amor de una forma distinta. Para mí el matrimonio es una promesa de amor eterno. Quiero a alguien que tenga los mismos valores que yo y que me trate con respeto. La confianza es la base, he confiado hasta que la evidencia era aplastante”. Además, dejaba claro que no lleva idea de volver con Íñigo nunca más.