Kesha no atraviesa su mejor momento. La cantante se ha visto obligada a tener que enfrentarse en un juzgado contra su antiguo productor discográfico, Dr. Luke, a quien acusa presuntamente de haberla agredido sexual y manipulado psicológicamente. Esta batalla, que la artista inició en 2014, parece no tener fin, y de momento el juez ha dado la razón al productor, por lo que la cantante no puede rescindir un contrato que la obliga a grabar seis álbumes más con él.Kesha ha iniciado una agresiva campaña en Twitter como medio para intentar liberarse de los grilletes que la vinculan al productor, que inmediatamente ha respondido diciendo que serán las autoridades competentes quienes decidan sobre el asunto y ha asegurado que en ningún momento ha agredido a la artista.
Pero la campaña iniciada por la intérprete de éxitos como Tik Tok pronto ha tenido respuesta. La primera en prestarle apoyo ha sido Taylor Swift, que le ha donado 250.000 dólares para que pueda continuar con su batalla legal y luchar por algo que considera justo. Otras artistas como Lady Gaga, Miley Cyrus o Ariana Grande también le han enviado mensajes de apoyo a través de las redes sociales.Ahora la cantante se ve atrapada en un callejón sin salida. No quiere volver a trabajar con su antiguo productor pero el juez no le permite romper el contrato y poder trabajar con otra compañía, así que no tiene forma alguna de poder salir adelante. Además, la batalla judicial promete ser larga y costosa, por lo que Kesha necesita encontrar alguna fuente de financiación que le permita no sólo hacer frente a los gastos que deriven del juicio, sino también a los de su vida diaria.La joven necesita urgentemente encontrar un medio de subsistencia alternativo porque si no la brillante carrera que comenzó a desarrollar está abocada al más absoluto fracaso.
