Los últimos años nos han enseñado que el mundo cambia de una forma mucho más rápida de lo que estábamos acostumbrados. Este hecho, nos ha generado una sensación de incertidumbre, que ha modificado algunos de nuestros hábitos de consumo.
Y uno de ellos es que estamos teniendo un comportamiento más racional y digital, a la hora de adquirir productos para nuestro hogar, evitando las compras impulsivas. ¿El motivo? Que la situación económica de los hogares pasa por un momento delicado debido a varios factores: una elevada inflación, el Euribor al alza en las hipotecas, el elevado gasto energético, etc.
Sin embargo, muchas veces hacemos compras por impulso, que luego no nos son útiles o que directamente no necesitamos, y es aquí donde la compra inteligente es clave, y puede ayudarnos para hacer una buena elección del producto, sin arrepentirnos después.
Luis Manuel Cerdá, profesor de marketing y experto en neuromarketing de la Universidad Internacional de La Rioja, afirma que un buen comprador sabe lo que realmente necesita y evita caer en la tentación de comprar lo que no va a usar. Promover el ahorro, sin dejar de lado la calidad de los productos, o comprar de manera sostenible, son algunas de las características que definen a un “smart shopper”.
Amueblar tu casa con el corazón y la cabeza

Renovar tu hogar haciendo compras inteligentes es posible, poniendo en práctica estos consejos elaborados por los expertos de IKEA:
1. Piensa detenidamente cuál es la necesidad que tienes. De esta manera, evitarás una compra compulsiva, y comprarás algo que de verdad va a solucionar un problema o necesidad en tu hogar.
2. Busca diferentes soluciones, compara precios, funciones y estilos en internet. Este paso es muy importante para evitar comprar algo que no necesitamos o algo de lo que nos podamos arrepentir después.
3. Establece prioridades. Empieza por los muebles más importantes, los que más van a marcar el espacio y el estilo de la estancia a amueblar: la cama, los sofás, los armarios, la mesa o las sillas, por ejemplo.
4. Valora la calidad. Por ejemplo, si vas a comprar una vitrina para guardar una vajilla, tendrás que asegurarte de que las baldas van a soportar el peso de toda una vajilla. En cambio, si lo que quieres es una balda para colocar los peluches en el cuarto del bebé, no es necesario que esté hecha para soportar grandes pesos, con lo cual podrás comprar un producto a un precio más asequible. Para el primer caso, IKEA nos recomienda la vitrina con cajones HEMNES, y para casos en los que se necesite soportar poco peso, los estantes de pared LACK.

5. Elige productos duraderos. Asegúrate de que los muebles y electrodomésticos que compres tengan una garantía que asegure su durabilidad. Los productos IKEA están hechos para durar y por eso, además de la garantía legal de 3 años, IKEA ofrece una garantía comercial adicional en muchos productos.
6. Busca funcionalidad al mismo tiempo que estética. No elijas aquello que te entre únicamente por los ojos. Es un error que solemos cometer todos y que a largo plazo pasa factura. La solución es que escojas el mobiliario más práctico en cuanto a forma, comodidad, diseño y espacio. Un ejemplo claro es la funcionalidad que nos ofrecen los sofás con fundas desenfundables y lavables. No tendrás que sacrificar la parte estética y, si un día se cae un poco de mayonesa de la hamburguesa, podrás meter la funda en la lavadora sin ningún problema.

7. Escoge muebles versátiles o modulares. Si dentro de unos años ya no los necesitas para una función determinada, es ideal que puedas recolocarlos y seguir usándolos con otra función. El mejor ejemplo es el de las camas de los pequeños de la casa, si optas por una cama infantil extensible, podrás ir ampliándola a medida que el niño/a crezca.

8. Diseño puntero a precios para todo el mundo. Si uno de tus deseos es tener alguna pieza de diseño especial en tu hogar, en IKEA lo puedes tener a un precio asequible. La mesa con purificador de aire STARKVIND o la Lámpara de techo SKYMNINGEN, son un par de ejemplos de productos de IKEA galardonados con premios internacionales de diseño
9. Busca, compara características, calidad y precios antes de decidirte a comprar. Es clave comparar tras decidir qué tipo de mueble necesitas, y así detectar dónde lo podrías comprar y comparar las características de cada uno. Por ejemplo, a la hora de comprar un relleno nórdico, ¿sabemos de qué material está confeccionado? ¿O sabemos el % de plumón y de plumas que nos ofrecen? Cuanto más plumón tenga, más ligero y calentito va a ser, ya que las plumas no calientan tanto y las cañas pueden dar la sensación de pequeños picos.

10. ¿Es sostenible? Cada día es más importante asegurarnos de que hacemos compras responsables con el planeta y con las personas que fabrican los productos. Por un lado, pensando en el planeta y en no derrochar los recursos con los que contamos, pero, desde un punto de vista más práctico, es importante tener en cuenta si el producto que me estoy comprando me ayudará a ahorrar en mi día a día.
11. Seguridad ante todo. Sobre todo si vivimos con niños, es fundamental confirmar la seguridad del producto que vas a comprar. No merece la pena comprar algo que pueda suponer un riesgo para la familia. En IKEA trabajan cada día para hacer del hogar un lugar más seguro.