Estar cerca de las personas más influyentes del mundo, tiene sus ventajas. Puedes ver en primera fila los hábitos, métodos y acciones a las que recurren diariamente para tomar las decisiones más importantes de sus vidas. Algo similar le pasó a Naz Beheshti, antigua asistente ejecutiva del fundador de Apple, Steve Jobs, quien tuvo la oportunidad de conocer el efectivo método que el CEO usaba para aumentar su productividad.

Steve Jobs no solo priorizaba su bienestar haciendo ejercicio regularmente y meditando a diario, Beheshti, ahora coach de bienestar ejecutivo y fundadora de la empresa de bienestar corporativo Prananaz, dice que Jobs también era "extremadamente eficiente y productivo porque trabajaba en la gestión de su energía y no necesariamente en la gestión del tiempo".
"Sí, es bueno gestionar parte de tu tiempo", afirma Beheshti y continúa: "Pero para optimizar tu día y ser más productivo, tienes que gestionar tu energía".

Para evitar la trampa de trabajar las veinticuatro horas del día, Beheshti sugiere gestionar tu carga de trabajo como lo hacía Jobs: "Analiza tu día y define o identifica qué partes de tu jornada tienes más energía. Haz las tareas más complejas, o aquellas que suponen un reto cuando tienes más energía y céntrate en optimizar tu día basándote en esto y no en el tiempo", asegura.

Asimismo, la psicóloga Ana Navas considera que gestionar la energía es mucho más efectivo que gestionar el tiempo, ya que se centra en optimizar la forma en que utilizamos nuestras capacidades físicas y mentales en lugar de simplemente administrar las horas del día. "Todos tenemos las mismas 24 horas al día. Sin embargo, la cantidad y calidad de energía que podemos invertir en esas horas puede variar ampliamente de una persona a otra", asegura la experta.

"Saber cuándo tomar pausas regulares y cómo recargarnos, ya sea a través de ejercicios físicos, meditación o simplemente un breve tiempo de desconexión, puede mejorar significativamente nuestra resistencia y mantener nuestra energía en niveles óptimos durante todo el día", agrega Navas.
En conclusión, gestionar la energía en lugar del tiempo nos permite trabajar de manera más inteligente y evitando el agotamiento. En última instancia, esto conduce a una mayor productividad y a un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.