Así es cómo dejé de preocuparme por todo aquello que no puedo controlar y conseguí paz mental

En este artículo exploramos estrategias y consejos para dejar de preocuparse por lo que no podemos controlar.
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En el trajín de la vida moderna, nos encontramos a menudo inmersos en un torbellino de preocupaciones que, en última instancia, escapan a nuestro control. Desde las presiones laborales hasta los desafíos personales, la preocupación constante puede convertirse en un lastre que obstaculiza nuestra calidad de vida. ¿Es posible liberarse de esta carga y encontrar la paz interior? Exploramos estrategias y consejos para dejar de preocuparse por lo que no podemos controlar.

. - Getty Images/Westend61

En la búsqueda de una vida más plena y satisfactoria, la habilidad para dejar ir lo que no podemos controlar se revela como un superpoder. La psicología positiva y la filosofía de la aceptación juegan un papel crucial en este proceso. La aceptación no significa resignación, sino una comprensión realista de los límites de nuestro control y la disposición a centrar nuestra energía en áreas que sí podemos influenciar.

El primer paso para dejar de preocuparse por lo incontrolable es reconocerlo. Muchas veces, nos vemos atrapados en la ilusión de que nuestra preocupación puede cambiar el resultado de situaciones fuera de nuestro alcance. La aceptación de la realidad tal como es, sin intentar modificarla constantemente, nos libera de una carga innecesaria.

La atención plena, o mindfulness, se ha convertido en una herramienta clave para reducir la ansiedad y cultivar la paz interior. Practicar la atención plena nos permite anclar nuestra conciencia en el presente, alejándonos de la preocupación por el futuro o el remordimiento por el pasado. Meditar regularmente y prestar atención a las experiencias diarias sin juzgarlas es una forma poderosa de liberarse de las preocupaciones que escapan a nuestro control.

En lugar de gastar energía en preocuparnos por lo incontrolable, podemos redirigir nuestro enfoque hacia acciones positivas. Esto implica identificar las áreas en las que sí tenemos influencia y tomar medidas concretas. Al hacerlo, no solo mejoramos la situación, sino que también experimentamos un sentido de empoderamiento que contrarresta la sensación de impotencia que a menudo acompaña a la preocupación.

Tomando inspiración de la famosa serenidad de la oración, podemos adoptar una actitud similar hacia lo que no podemos cambiar. Aceptar las cosas que no podemos modificar y tener el coraje para cambiar lo que sí podemos nos coloca en una posición de fortaleza y sabiduría.

También podemos emplear la denominada técnica de "tiempo basura" o "tiempo básico". La técnica del "Tiempo Básico" consiste en establecer una rutina diaria en la que, a una misma hora cada día, dedicamos un momento exclusivamente para preocuparnos o reflexionar sobre algo que nos genere ansiedad o incertidumbre. Esta práctica tiene como objetivo ayudarnos a gestionar nuestras preocupaciones de manera más efectiva. Al tener un espacio específico para ello, se evita que las inquietudes invadan nuestro día a día de manera constante, permitiendo que el resto del tiempo lo dediquemos con mayor calma a nuestras actividades cotidianas. Además, esta técnica favorece el control de los pensamientos negativos, creando un hábito de autocuidado mental.

En última instancia, dejar de preocuparse por lo que no podemos controlar nos brinda una libertad valiosa. Nos permite redescubrir la alegría en el presente, cultivar relaciones más saludables y construir un futuro más positivo. Al adoptar estas estrategias y enfoques, cada uno de nosotros puede embarcarse en un viaje hacia la liberación de la preocupación y la conquista de la paz interior. 

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  • Dolors Marco Jiménez
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