Hace escasamente unos días podíamos ver a los reyes de Holanda pedir disculpas por haberse saltado las restricciones que dicho país ha impuesto por la pandemia global provocada por el coronavirus, ya que, junto a sus hijas, las princesas Amalia, Alejandra y Ariadna, se habían desplazado hasta Grecia para disfrutar de unos días de descanso y, según las recomendaciones sanitarias, no se podía viajar a dicho país. Tanto el rey Guillermo como la propia Máxima, aparecían compungidos y con el semblante muy serio asegurando que no se volvería repetir y que estaban muy arrepentidos.

Tras esta controvertida situación, Máxima Zorreguieta nos está haciendo pasar a todos. Luciendo un look muy favorecedor, Máxima ha elegido para la ocasión un vestido estampado de largo asimétrico, complementándolo con cinturón, botas y bolso en tono teja a juego y ha ofrecido a los presentes el buen humor y la curiosidad de la que siempre hace gala. Durante su estancia, este 29 de octubre, en el centro Gezondheids de Bosrand, en Driebergen, ha visitado las zonas de prácticas generales de dicho emplazamiento y ha conversado con médicos e investigadores, mostrándose muy interesada en la labor que allí realizan.

Para la reina Máxima de los Países Bajos esto supone volver a la vida cotidiana que sus obligaciones como consorte real le suponen, algo que ella, según ha comentado, está encantada de hacer y así lo ha demostrado en multitud de ocasiones. La polémica por su viaje a Grecia no ha sido la única a la que se han tenido que enfrentar los reyes de Holanda, ya que también han sido criticados por elevar su asignación anual, que ya es la mas alta de la realeza europea, y ella también por sus ingresos hospitalarios primero tras un viaje a china y después por alguna que otra indisposición.

Decir Reina Máxima siempre ha sido sinónimo de colorido y alegría, sobre todo por esas carcajadas que suelta de manera natural y también por los diseños animados y llamativos que siempre elige en sus actos oficiales o viajes de Estado. Rosas, verdes chillones o rojos son las prendas estrella de su guardarropa, pero en su armario hay un tono que no puede faltar: el naranja, el color del país que regenta junto a su marido, el rey Guillermo, y que luce muy a menudo para promocionar la nación que ha adoptado a esta argentina desde hace muchos años.