Mirto, Elena Fraguas
El emporio de la camisa tiene desde 1956 a Mirto como referencia. Una empresa familiar recientemente galardonada en los Premios Nacionales de la Moda como Mejor Pyme, hoy líder en su sector y que produce en la actualidad colecciones más amplias de hombre y mujer, siendo siempre la camisa la especialidad de la casa. Dieciocho piezas de telas diferentes y 80 operaciones independientes durante su proceso de confección avalan la exquisitez del resultado final. Siete millones de botones, 1,5 millones de metros de tejido y más de 115.000 kilómetros de hilo se utilizan cada año para producir el casi millón de prendas que genera esta compañía, presente en más de 25 países –en las mejores tiendas multimarca del mundo, en córners y en sus propios shop in shop–. "Nos distingue la excelencia de nuestro producto, que combina la última tecnología con la mejor tradición camisera, y nuestra amplia selección de diseños y nobles tejidos", comenta Elena Fraguas, hija de Ricardo Fraguas Álvaro, socio fundador de Mirto. "Nuestros acabados, el cuidado de los detalles y nuestro fabuloso equipo humano son nuestros pilares", sentencia Fraguas.

Malababa, Ana Carrasco
Cuatro puntos de venta propios: dos tiendas en Madrid, una en Barcelona y otra en San Sebastián, junto a cuarenta puntos de ventas nacionales y cincuenta internacionales –Japón, Francia, China o Inglaterra con enclaves exclusivos, como Le Bon Marché o Harvey Nichols Hong Kong– hablan por sí solos. Malababa es una etiqueta de accesorios imparable desde 2001. "Nuestra filosofía es fabricar el cien por cien en España. Nuestros pilares son la calidad, la funcionalidad, el color y el diseño", recalca Ana Carrasco, su socia fundadora –junto con su marido, Jaime Lara– y directora creativa. En 2007 se produjo su expansión nacional y su incursión en el mercado internacional. Opening Ceremony o Barneys han sucumbido ya a su encanto. Bolsos, zapatos y bisutería de diseño cool, sin logo y patronaje minimal, convierten esta firma en todo un must have.

Lander Urquijo
El mundo de la sastrería a medida y el ready to wear más impecable tienen a Lander Urquijo como protagonista. La elegancia del dandy inglés con patronaje sublime y novedosas técnicas artesanales, junto con la elección de colores, estampados y tejidos, son las consignas de su firma, donde la chaqueta brilla por su patrón renovado. Modelos sin forro o con una liviana hombrera y perfecto fitting son algunos de sus best-sellers. Forros personalizados o la posibilidad de bordar iniciales son detalles con los que mima a su clientela. Comenzó su carrera con 16 años y se lanzó en solitario en 2009, estrenando su propia etiqueta acompañado por su mujer. Dos millones de euros en el ejercicio 2013 y 15 empleados son el balance de este proyecto. "Mi etiqueta tiene un estilo y una personalidad muy definida. La creatividad, la distinción y la exclusividad nos definen", comenta.

Ecoalf, Javier Goyeneche
Emprendedor y visionario como ninguno, el currículum de Goyeneche es tan impresionante como su etiqueta. En 1995 fundó Fun & Basics, una firma de accesorios que en diez años tuvo 350 puntos de venta y 70 tiendas propias. Pero Goyeneche, decepcionado por la cantidad de desechos que veía producirse en la industria de la moda, creó Ecoalf en 2009. Una loable etiqueta sostenible que produce todos sus diseños con materiales reciclados de última generación. Prendas de abrigo, sudaderas, deportivas y accesorios para hombre y mujer realizados con la máxima tecnología y diseño figuran en su ADN. Redes de pesca abandonadas, botellas de plástico o desechos industriales de algodón y lana son sus materias primas. Barneys New York, Urban Outfitters, Harvey Nichols en Londres y Japón, Cargo en Milán o Galeries Lafayette en Beijing figuran en su red de distribución. "Somos una marca pionera a nivel mundial en diseño y fabricación de productos a partir del reciclaje de distintos residuos. Tenemos desarrollados más de 50 tejidos", añade orgulloso.

Hoss Intropia, Constan Hernández
"Nuestra clienta es joven de espíritu, tiene carácter propio, no sigue la rabiosa tendencia y busca ser ella misma". Con esta declaración de principios comienza su discurso Constan Hernández, fundador y presidente de Hoss Intropia, una firma nacida en 1994 que hoy cuenta con 22 tiendas (18 en España), franquicias en Kuwait, Lisboa o Yakarta, y shop in shop de venta en México DF, Seúl, Miami o Nueva York. Más de 1.500 puntos de venta multimarca en más de 40 países y más de un millón de prendas producidas al año en China, India, España o Portugal son datos suficientes para rendirse ante esta marca. "Nuestras prendas son muy ponibles y las colecciones muy extensas. Somos una marca original que quiere sorprender", comenta Constan Hernández.

El Ganso, Clemente Cebrián
"Todo empezó hace diez años. Mi hermano Álvaro y yo estudiamos Empresariales en CUNEF y durante la carrera íbamos a Londres los veranos para aprender inglés. Allí vimos un estilo de ropa a unos precios inexistentes en España y empezamos a idear nuestra marca cien por cien familiar", explica Clemente Cebrián, uno de sus fundadores. Cuidando los detalles y con una relación calidad-precio imbatible, los hermanos Cebrián han convertido El Ganso en un referente de la moda masculina actual y prometen hacer lo mismo con su colección de mujer. "Experimentamos un crecimiento especialmente llamativo (+278% en ventas) en 2009 cuando abrimos nuestra tienda de Jorge Juan en Madrid. Hemos finalizado 2013 con una facturación de 39 millones, un 50% más que en 2012 –comenta–. En 2011 abrimos tienda en París y, al ver que tenía gran éxito entre los turistas, comenzamos a trabajar su expansión. Ahora estamos presentes en 85 puntos en Francia, Italia, Alemania o México".

Nice Things, Paloma Santaolalla
Con colecciones femeninas, coquetas y optimistas para todas las mujeres, Nice Things ha logrado hacerse un nombre. "Tras vender la firma Globe, mi marido, Miguel Lanna –tristemente fallecido–, y yo lanzamos una firma nueva, personal, creativa y asequible", dice Paloma Santaolalla, fundadora y directora creativa de esta empresa familiar. "En 2006 tuvimos un gran crecimiento. En 2011 establecimos casi todas las tiendas monomarca en España y fue nuestro punto álgido", apunta Paloma. Francia llegó en 2007 y luego se sumaron Alemania, Italia, Reino Unido, Grecia, Suecia, Portugal, Bélgica, Holanda, Rusia y Suiza, con exportaciones a Japón o Singapur. "Carecemos de ambición desmesurada", insiste Paloma, que cerró 2013 con una facturación de 24 millones de euros y que cuenta con su hija Paloma Lanna como directora de marketing.
