Parecía que nunca iba a llegar, pero el sábado de 'pescaito' y el encendido del 'alumbrao' están ya por fin a la vuelta de la esquina. O lo que es lo mismo: ya es oficial, la Feria de Abril de Sevilla ya está aquí. Una de las celebraciones populares más queridas en nuestro país, visitada por miles de personas año tras año.
Aunque a la hora de vestir para la Feria de Abril de Sevilla hay dos opciones principales, llevar o no traje de flamenca, en cuanto a calzado casi todo el mundo suele coincidir: alpargatas. Son el calzado por excelencia de la feria por su comodidad y versatilidad, además de por haber un modelo para todo el mundo.
¿Que eres alta y prefieres optar por algo más discreto? Hazte con unas alpargatas planas son lo tuyo. Y así ajustando el tacón a cada necesidad.
Sin embargo hay un problema: las alpargatas acaban destrozadas después de acabar la feria. La culpa la tiene el albero, la tierra con la que está hecho el Real, que no solo mancha de por sí sino que cuando se mezcla con agua (sea después de limpiar el Real o porque desgraciadamente llueve) crea una masilla que "destroza" el esparto de las alpargatas.
Esto puede dar lugar a un círculo vicioso donde año tras año estrenamos y tiramos unas alpargatas, pero hay una solución: nuestras alpargatas pueden sobrevivir a la Feria de Abril si sabemos cómo. Y por suerte, nosotras lo sabemos.
Cómo preparar las alpargatas para que sobrevivan a la Feria de Abril
Lo primero que debemos saber es que no van a quedar como nuevas, pero esto es un precio a pagar que podemos asumir. Está claro que pasarnos una semana bailando, recorriendo el Real y bebiendo rebujito pasarán algo factura a nuestras alpargatas, pero si hacemos esto no lo harán tanto como para tener que tirarlas.
La clave está en la preparación previa de nuestras alpargatas para la feria. ¿Cómo? "Pintándolas" con barniz transparente. Esto evitará que se nos despunte el esparto de nuestras alpargatas y nos facilitará su limpieza posterior.
Cierto es que le quitaremos ese toque de "naturalidad", ya que el barniz hará que el esparto esté más pegado y tieso, pero sí que nos podrá ayudar a mantenerlas bonitas para el siguiente año.
A la hora de limpiarlas cuando llegues a casa utiliza un cepillo para limpiarlas en seco y si hay alguna zona especialmente perjudicada, humedece ligeramente el cepillo para quitar las manchas. El agua está totalmente prohibido para el esparto porque lo estropea, pero al estar "barnizado" no habrá ese daño irreparable.
