La mini falda deportiva de Lady Di es un throwback fenomenal

Esta prenda no solo mostraba a una tenista aficionada, sino que desafiaba al rígido protocolo de la casa real. Ese día la princesa Diana brilló con luz propia con una minifalda como símbolo de rebeldía y estilo.
lady di foto en blanco y negro
Ladi Di - Getty Images

Del épico partido de tenis entre Lady Di y Steffi Graf, que en 1988 llegó a sacudir el tráfico londinense, existen pocas fotos. Pero, si hay algo que destaca en todas ellas, es la insuperable minifalda de Lady Diana, la falda deportiva de una tenista aficionada que ya está preparada para entrenar, y mejorar su revés. Sin embargo, también era una minifalda de la discordia real lista para brillar, que continuamos recordando como uno de esos diez 'looks sporty' de Lady Di que no dudarías en ponerte hoy.

La reina Isabel II, soberana del largo obligatorio por debajo de la rodilla, siempre había desaprobado los giros de cabeza de alta costura de las mujeres de la Corte, tolerando únicamente las minifaldas de la princesa Ana en plena década de 1960. La reina sabía que tenía que ahorrarse la molestia innecesaria de contrarrestar la revolución que empezó con la diseñadora británica Mary Quant y, palmo a palmo, fue directa a las minifaldas de veinte centímetros de la estética del efecto 2000. 

Pero las espléndidas piernas de Lady Diana, tonificadas y forjadas por el deporte, que desde luego nunca eludió ni de niña ni tras su entrada oficial en el Palacio de Buckingham, estaban listas para causarle otro quebradero de cabeza.

El azar quiso que la enésima oportunidad de contar la historia de la princesa del pueblo se presentara de una manera no precisamente deseada por la Casa Real. El partido entre Diana Spencer y Steffi Graf, la tenista más famosa y querida de la época, iba a celebrarse a puerta cerrada para frenar la curiosidad común. La obsesión por capturar una imagen se reiteraba a cada paso, y daba un espacio aún más limitado para compartir imágenes a través de la casa real. Los fotógrafos trataban de capturar a la princesa antes de que entrara en el Vanderbilt Racquet Club de Londres, donde inauguraría la sede de la WTA, la Asociación de Tenis Femenino.

Diana estaba muy contenta de librarse por una vez de los asaltos de los paparazzis, y poder disfrutar de ese momento, divirtiéndose por la pista, ella que era muy competitiva y que sentía una especial predilección por el tenis.

Ningún protocolo de la corte lo hubiera permitido el mínimo largo de la falda, pero ella era Diana Princesa de Gales. Jugó astutamente con el más alegre de los rencorosos protocolos: dejó que la minifalda se entreviese bajo la larga rebeca rosa justo antes de entrar, y en un par de fotos oficiales, fingiendo escudarse dentro del jersey.  Lo que en realidad hizo ese día fue abrir una casilla en la historia de sus mejores looks, entre los que nunca olvidaremos a Lady Di y el 'vestido de la venganza', que lo cambió todo.

* Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Blanca Campos.

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