Que desde hace unos años se haya popularizado que las novias utilicen varios vestidos en sus bodas es algo que a nosotras nos encanta. Ver un vestido de novia siempre es un espectáculo, por lo especiales que son y el nivel de detalle que los ponen en ellos, así que poder ver dos o tres vestidos de novia (con las diferentes variaciones que estos sufren en función de si están pensados para la preboda, para la ceremonia o para la fiesta de después) es una maravilla.
Esta nueva tradición de utilizar dos vestidos en la boda, que hace unos años estaba incluso mal visto, está cada vez más aceptada en la sociedad, y ha gustado mucho sobre todo entre celebrities, royals y, como no, el mundo influencer. Así, en prácticamente todas las bodas de rostros conocidos en Internet que hemos visto desde hace varios años las novias siempre suelen cambiarse después de la ceremonia. Lo vimos en la boda de Chiara Ferragni hace años, en la boda de Sara Sálamo hace unos días y lo hemos vuelto a ver en la boda de la influencer Marta Sierra.
Los vestidos de boda de Marta Sierra
La creadora de contenido catalana, conocida por sus impresionantes transiciones y su contenido de moda, se dio el "sí quiero" con Tom Peuteman tras 12 años de relación. Con una ceremonia de ensueño en el Castell de Sant Marçal, la catalana ha hecho alarde de su estilo sofisticado y novedoso a la par que tradicional con sus vestidos. Más concretamente con los tres vestidos que lució, todos de la misma firma española: Rosa Clará.
El vestido de preboda de Marta Sierra
Para la preboda utilizó un vestido muy original, un dos piezas formado por un corsé con sutiles detalles de cristal en el escote y una falda a conjunto bordada a mano con micropedrería. Un aire clásico al que quiso sumar un toque romántico con el maxi lazo de la espalda.
El vestido de Marta Sierra para la ceremonia
Para dar el "sí quiero" la catalana optó por un vestido mucho más pomposo y romántico cuyo elemento principal fueron la cola de dos metros y el velo de cuatro metros. Dos elementos que consiguieron un efecto óptico de vestido infinito. Con detalles de encaje en todo el cuerpo del vestido y un cuello de organza con flores, Marta optó por completar el look con un recogido.
