Estamos ante una de las mejores películas de 2024 y su dúo protagonista no puede gustarme más. Kristen Stewart y Kay M. O’Brian se meten en la piel de dos mujeres apasionadas que vivirán un romance extremo envuelto en sangre, culturismo y mucha acción.
Dirigida por Rose Glass (Saint Maud), la película nos traslada a los bajos fondos de un pueblo cercano a Las Vegas en plena década de los 80, cuando Lou y Jackie (interpretadas por Kristen Stewart y Katy M. O’Brian, respectivamente), se embarcan en un romance cargado de violencia, mientras hacen frente a un grupo de mafiosos.
El film aterrizó en último Festival de Sundance, donde fue proyectada por primera vez recibiendo excelentes críticas. Más tarde apareció en la Berlinale, justo antes de su estreno en los cines estadounidenses, el pasado 8 de marzo. Este thriller queer independiente llega cargado de escenas subidas de tono y asesinatos a sangre fría.
La propia Stewart ha alabado la honestidad de sus escenas de sexo frente a lo que estamos acostumbrados a ver en las grandes producciones de Hollywood. Kristen encarna Lou, una monitora de gimnasio que se enamora de una aspirante a culturista llamada Jackie. Su historia de amor las precipitará al mundo del crimen de Las Vegas, poniendo a ambas en el punto de mira de un peligroso grupo de criminalese. "Es una historia que no puedes predecir adónde va", ha asegurado la protagonista de Café Society.
Una promoción de infarto
Desde que se convirtió en un icono adolescente por su trabajo en la saga de Stephanie Meyer (Crepúsculo), Kristen ha demostrado con creces que, lejos de quedarse atrapada en el personaje de vampira romántica y adolescente, puede dar vida a cualquier personaje que le propongan.
Kristen ha perseguido a los villanos más temidos junto a Jesse Eisenberg en American Ultra, ha interpretado a una valiente soldado en Camp X-Ray, se ha coronado como la musa de Woody Allen en Café Society, se ha rapado el pelo para encerrarse en un submarino en Underwhater y ha dado vida a las mismísima Diana de Gales, consiguiendo su primera nominación al Oscar.
Kristen habla abiertamente de su sexualidad y no le tiene miedo a nada. Disfruta de la relación más estable de su vida junto a la guionista Dylan Meyer y desfila por las alfombras rojas en zapatillas sin temor al qué dirán.
Prueba de su fuerza y valentía son las últimas fotografías promocionales que han salido a la luz de su última y arriesgada película, Love lies bleeding. En ellas la actriz se besa apasionadamente con su compañera de reparto, le mete la mano en la boca de la forma más sensual que verás en mucho tiempo y disfruta de un ratito calenturiento rodeada de gente con muy poca ropa.
Kristen se sube sobre los hombros de O+Brian, coquetea con su pelo y le hace cosquillas rodeada de un grupo de jóvenes que bien podrían estar protagonizando la escena de una orgía. Las actrices se pasan la cervecita de boca a boca, bailan con ropa deportiva en el campo y observan con alegría a una pareja haciendo el amor en un baño, mientras otros tantos, semidesnudos, dan rienda suelta a la pasión.
¿Las imágenes son "fuertecitas"? Sí. ¿Nos ha encantado ver a la Kristen más sensual, atractiva y liberada? Pues también. De hecho, el pasado 18 de febrero, durante una rueda de prensa para promocionar su último gran éxito, la intérprete aseguró que "la existencia de un cuerpo femenino que irradia algún tipo de sexualidad no diseñada o deseada exclusivamente por hombres heteros es algo con lo que lo que la gente no está muy cómoda".
Pero sinceramente, a ella le da igual. Ella es de las pocas celebrities que sigue resistiéndose a tener redes sociales. De las pocas famosas que pasa de seguir las normas, que se atreve a romper con los cánones de belleza establecidos y que presume de body con los looks más surrealistas. Y después de ver sus últimas imágenes, no lo niego, me han entrado unas ganas locas de que llegue verano para plantarme en la sala de cine más cercana y disfrutar viendo a treinteañera californiana en uno de sus trabajos más importantes.
