En los capítulos anteriores de "Mi nombre es Farah", un año después, todo ha cambiado. Farah ahora vive bajo la opresión de Behnam, el padre de su hijo Kerimsah. Mientras tanto, Tahir, tras enfrentar un duro juicio, regresa a sus vidas con el objetivo de liberar a su amada y al pequeño del infierno en que se ha convertido su existencia. Sin embargo, ya nada será igual para la pareja de enamorados.
Por otro lado, Bade vuelve a sonreír. Mehmet despierta tras haber pasado meses en coma, luego del disparo que recibió en la cabeza y que casi le cuesta la vida. La abogada de Tahir también trae buenas noticias para él. Entretanto, Farah es obligada por Behnam a firmar un documento que la aleja aún más de la persona que ama con todo su corazón.
En el capítulo de esta tarde en Divinity, canal temático de Mediaset, Farah protagoniza una tensa discusión con la madre de Behnam. Esta última le solicita a la doctora que abandone el país lo antes posible, alejándose de su hijo y de su nieto, ahora que su marido ha quedado en libertad y no tiene cuentas pendientes con la ley. Como era de esperarse, Farah se niega a dejar a Kerimsah. Para ella, su pequeño es lo más importante en su vida y jamás renunciaría a estar a su lado.
Farah sabe que debe alejar a Tahir, pues nunca podrán estar juntos y lo mejor para ambos es dar por terminada su historia de amor. A solas, Farah y Tahir tienen una importante conversación. Farah le hace creer a su amado que ya no siente nada por él y que se ha enamorado de Behnam: "Lo que sentí por él hace mucho ha vuelto a renacer".
Tahir se marcha con el corazón roto, sin ser consciente de que todo lo que le dijo Farah fue para alejarle y no hacerle más daño. Mientras tanto, Behnam se percata de la ausencia de Farah en la casa y comienza a buscarla desesperadamente. Además, idea un pérfido plan para deshacerse de su gran enemigo de una vez por todas. La guerra entre Behnam y Tahir está servida y se prevé muy sangrienta.
