Violeta Mangriñán es famosa por hablar sin pelos en la lengua sobre sus relaciones, su faceta como madre y sus negocios. Dueña del local Maison Matcha más concurrido de Madrid, novia del artista Fabio Colloricchio y mamá de Gala y Gia, la influencer siempre nos sorprende con las aventuras de su día a día y la última te va a hacer sufrir y reír a partes iguales.
Ayer, pasadas las doce de la noche y con sus criaturas durmiendo, Violeta se atrevió a relatar con pelos y señales lo que le ocurrió el pasado sábado, justo después de recoger toda la cocina, inundada tras la explosión de varias botellas de combucha y Coca Cola que habían sobrado del segundo cumpleaños de su primogénita.
"Hace justo hoy una semana de este suceso. No sé por qué no os lo conté en su momento, fue un día intenso. El fin de semana pasado alguien me tiró a matar un mal de ojo, menos mal que soy un ser de luz y esas cosas me afectan solo un poco. El caso es que enfermé, Fabio estuvo malo, yo estuve mala y yo me contagié por la puerta grande", comienza diciendo.
Después, empieza a relatar esta curiosa anécdota por la que casi acaba en urgencias: "Me voy a la ducha, me meto en la ducha y Gala duerme en su habitación. Gia duerme con nosotros en nuestra habitación. El baño está en la habitación y me meto en la ducha, os habrá pasado 80.000 veces que sentís que escucháis el móvil aunque no esté sonando. Me meto en la ducha, me estaba aseando y pasando la cuchilla, aseándome las cosas y me pareció escuchar a Gia llorar. Ahora me pasa con el móvil y mis hijas, escucho el móvil aunque no esté sonando o escucho a mis hijas aunque no estén llorando. Me estoy quedando loca".
Y aquí viene la mejor parte (y más dolorosa) de la historia: "De repente me pareció escuchar a Gia llorando, yo tenía la cuchilla en la mano y me rebané la concha como si fuese fiambre. Ya no es solo que soy super aprensiva y vi un mar de sangre en la ducha. Cuando miré vi el trozo de carne en la cuchilla, ¿qué pasó el sábado? Estoy mejor de lo que esperaba, después de haber parido esa zona aguanta lo que le eches, pero todavía me acuerdo. Por poco no me voy para atrás y me desnuco en la ducha, me tuve que sentar, me di cuenta de que Gia no estaba llorando. Me podría haber matado, bastante suerte tuve con cortarme solo... Y no estaba ni llorando, no se puede ser más pringada. Fabio me dijo 'cuentes eso, se van a reír de ti'. Yo pensé... Si se ríen igual".
Violeta termina diciendo que "ahora lo cuento riéndome pero no tiene ni put* gracia. Entre la faringitis, esto y lo otro... Ahora esa zona está perfecta ya, pero tela". La extremista también ha confesado que la publicación en la que aparecía con toda la cara llena de sangre fue porque Gia le dio un cabezazo que le hizo sangrar la nariz".