El 1 de julio siempre será una fecha grabada en la memoria del pueblo británico. Una fecha que ha quedado marcada en su historia por ser el día en el que la princesa Diana cumplía años. El pasado viernes, la que fuera esposa del príncipe Carlos de Gales hubiera cumplido 61 años, pero el desafortunado accidente de coche en el que se vio involucrada en un túnel en París hizo que desgraciadamente no pudiera cumplir más que 36. Descubre cuáles eran los planes preferidos por Lady Di para festejar su aniversario.
A pesar de que están a punto de cumplirse 25 años de su fallecimiento, el recuerdo de la princesa Diana de Gales sigue estando muy vivo. El pasado año Guillermo y Harry se reunieron en Londres con motivo de esta fecha tan señalada para para inaugurar una estatua en el Palacio de Kensington en honor a su madre con motivo del que hubiera sido su 60 cumpleaños. Una muestra más de que su espíritu sigue muy presente en el día a día de ambos príncipes, así como lo sigue estando en muchos de sus compatriotas. Sin embargo, ni siquiera la admiración que ambos sienten por su madre ha conseguido que los hermanos se junten de nuevo este año en esta fecha tan señalada para ellos. Y es que la relación entre Guillermo y Harry es prácticamente inexistente desde hace ya varios meses.
A pesar de su posición, la princesa Diana de Gales siempre ha destacado por ser una mujer muy campechana, cercana y amable con todo el mundo. Una forma de ser que quedó reflejada en la manera que tenía de festejar sus cumpleaños desde que pasara a formar parte de la Familia Real británica. Su extrema sencillez, sumada a una experiencia algo traumática cuando solo era una niña, hicieron que Lady Di no mostrara un gran entusiasmo cada vez que se aproximaba esta señalada fecha. El que fuera uno de sus mejores amigos y asesor personal durante más de 15 años, Roberto Devorik concedió en 2021 una entrevista a la revista ¡Hola! en la que desveló algunos detalles que explican el hecho de que a la princesa Diana no le hiciera mucha ilusión celebrar su cumpleaños: “Ella siempre decía que le traía recuerdos contrapuestos” comentaba entonces.
Y es que cuando Diana tenía tan solo seis años, su madre, Frances Ruth Roche abandonó a su marido e hijos y huyó con Peter Shand Kydd, un rico heredero de una gran fortuna de su padre en Australia. Una noticia que provocó un gran escándalo en la alta sociedad británica de mediados de los años sesenta, y que hizo que Lady Di no tuviera la oportunidad de celebrar muchos cumpleaños en familia durante su niñez. “Esa fecha le hacía rememorar la infelicidad de su infancia y las largas ausencias de su madre” confesó Devorik, quien llegó a afirmar que para la princesa Diana su cumpleaños era simplemente un día más en su calendario: “Ella siempre decía que el cumpleaños era una fecha inventada y que todos los días había que celebrar algo”.
El que fuera su confidente durante tantos años admitió en la citada entrevista que, desde que tuviera la oportunidad de conocer a Diana, la princesa siempre había demostrado “ser una persona muy reservada en ese sentido”. Esto hizo que durante los años que estuvo casada con el príncipe Carlos, optara por celebrar cada uno de sus cumpleaños junto a sus hijos: “Además de ir a buscar a los chicos al colegio, pasaba la tarde con ellos. También solía almorzar con su padre y con su hermana mayor, Sarah McCorquodale” comentaba Devorik.
Aunque la idea que tenía la Lady Di con respecto a su cumpleaños daría un gran giro tras su separación del príncipe Carlos en diciembre de 1992. La princesa Diana aprendió entonces a disfrutar más de cada 1 de julio como nunca antes lo había hecho, aunque continuó con su firme idea de mantener un perfil bajo en la medida de sus posibilidades. “Ya separada, le gustaba invitar a almorzar a cuatro o cinco amigos al Palacio de Kensington, o íbamos a almorzar a sus restaurantes preferidos: San Lorenzo, en Knightsbridge, o Le Caprice, en St. James’s. Ella era muy low key” afirmaba una de las personas que mejor conoce la vida de la que un día fuera princesa de Gales. Lejos de apoyar por celebraciones ostentosas rodeada de lujos, el que fuera uno de sus íntimos amigos afirma que durante sus últimos años de vida “le gustaba pasar la noche del día de su cumpleaños colaborando en alguna gala solidaria y ayudando a la gente”.
Su último cumpleaños
El 1 de julio de 1997, Lady Di asistió a un evento benéfico en la Tate Gallery de Londres. Cumplía 36 años y era la invitada de honor del director del museo, debido a la gran amistad que le unía con la mujer de este, Dame Angela. Para esa calurosa noche de verano Diana apostó por un traje negro diseñado por Jacques Azagury con el que consiguió deslumbrar a todos los presentes gracias a un impresionante escote y un impresionante collar de esmeraldas.
Un gran legado
Su gran carisma, sumado al gran impacto que produjo en la sociedad británica de la época su trágico fallecimiento, ha hecho que los admiradores de la princesa Diana sigan acudiendo año tras año a las puertas del palacio de Kensington para honrar su memoria con cientos de fotografías y flores.
No era fan de los regalos
A pesar de haber estado muy vinculada desde niña a la aristocracia británica, la princesa Diana de Gales siempre dio muestras de ser una persona realmente humilde. “Ella siempre decía a sus amigos que no le hicieran regalos. Le gustaba la ropa, pero no los regalos muy caros” recordaba Devorik en su entrevista con ¡Hola! Su generosidad parecía no tener límites, lo que le llevó a donar algunos de sus últimos regalos de cumpleaños: “Tenía muchas cosas, así que en sus cumpleaños donaba algunos regalos que llegaban a palacio a hospitales, residencias y fundaciones” destacó su amigo.
Ni tampoco de los dulces
Tampoco era muy golosa. Así que en su cumpleaños no solía haber tartas. “No le gustaban mucho los dulces ni se sentía tentada por ellos. Prefería los sorbetes y la macedonia de frutas” afirmaba una de las personas que mejor llegó a conocer a la princesa.
Su debilidad eran las joyas
Una de sus mayores debilidades fueron sin duda las joyas, aunque la princesa Diana “jamás gastaba dinero en ellas” según su confidente. Un buen ejemplo de ello: el Tank en oro diseñado por Cartier. Devorik afirma que “se lo regaló la prestigiosa firma francesa” ya que la princesa Diana “nunca se hubiera gastado una suma tan elevada en una joya como esa”.
Un aniversario sin reunión entre los hermanos
Este año Guillermo y Harry han celebrado por separado el aniversario del cumpleaños de su amada madre. Las recientes celebraciones de Trooping The Colour con motivo del Jubileo de Platino de la reina Isabel II han dejado en claro que la relación entre Guillermo y Harry está atravesando sus peores momentos. Una fecha que llevó al hijo menor del príncipe Carlos a regresar junto a su esposa, Meghan Markle de vuelta a Reino Unido desde Estados Unidos, donde hace algo más de dos años comenzaron una nueva vida tras su sonada salida de la Familia Real británica. Todo el país esperaba ansioso el regreso de los duques de Sussex, que no pisaban territorio británico desde hacía mas de un año. Sin embargo, la vuelta a casa de Harry no resultó ser todo lo satisfactoria que él esperaba.
El pequeño de los hijos de Lady Di quedó relegado a un segundo plano durante la celebración de los diferentes actos oficiales, y durante los cuatro días de festejos no apareció en ningún momento junto a su hermano Guillermo. Ni siquiera cruzaron una sola mirada al cruzarse en la misa de Acción de Gracias celebrada en la Catedral de San Pablo. Guillermo y Kate esperada también reusaron acudir a la celebración del primer cumpleaños de Lilibet, la hija menor de Harry y Meghan. En su lugar, decidieron viajar hasta Cardiff junto a sus hijos para cumplir con un compromiso oficial de la Corona. Una muestra más de que con los años, la relación entre los dos hijos de la princesa Diana de Gales se ha ido enfriando hasta llegar a un punto que su madre nunca hubiera imaginado.
