La reina Letizia nos acaba de dar una nueva lección de estilo. Hace apenas unos minutos que han salido a la luz las imágenes de don Felipe, doña Letizia y la princesa Leonor en al acto de juramento o promesa ante la bandera y entrega de reales despachos de empleo en la Escuela Naval de Marín, Pontevedra. Sin lugar a dudas, esta es una semana especialmente movida para la Casa Real, que ayer dio la bienvenida a la triunfadora Selección Española Masculina de Fútbol en el Palacio de la Zarzuela.
Mientras que ayer la monarca se decantaba por un sofisticado vestido rojo (acorde con la ocasión), hoy ha preferido un sobrio diseño negro, que forma parte del exclusivo grupo de básicos de armario que nunca pasan de moda. Fiel a Carolina Herrera, una de sus firmas de cabecera, doña Letizia ha estrenado una prenda que le sienta como un guante.

El vestido en cuestión se diferencia gracias a su tejido de punto de verano, el cuello caja, el fajín de la cintura y un ligero vuelo en la falda. El corte de este modelo se ajusta, a la perfección, a la silueta de la monarca, que enseña sus tonificados y bronceados brazos. Aunque el negro no es precisamente un color estival, estamos ante un tono que nos salva en cualquier ocasión y que es sinónimo de glamour atemporal.

Cuando la reina se siente cómoda con unos zapatos, no tiene ningún problema en lucirlos una y otra vez. Justo esto ocurre con las famosas sandalias nude de la firma sueca & Other Stories, su calzado favorito de la temporada. El tacón medio y cuadrado es genial para estar varias horas de pie sin notar las consecuencias, aunque la monarca ha tenido que sentarse en ciertos momentos, dado que parece no estar recuperada del neuroma de Morton.

La lección de estilo que comentábamos al inicio de este artículo reside en cómo la monarca ha elevado el nivel del look a través de los accesorios. Con el fin de acompañar a dos básicos del fondo de armario como un vestido negro y unas sandalias nude, ha añadido unos llamativos pendientes largos de la marca catalana Tous y un bolso de mano de Adolfo Domínguez, que fecha de 2010. Los pendientes están formados por zafiro y perlas de río y ayudan a dar un twist al sencillo y elegantísimo outfit de la reina.