La apretada agenda de don Felipe y doña Letizia les conduce a viajar de forma continuada tanto por el territorio nacional como por el internacional. De hecho, ayer mismo regresaron de una visita oficial a Holanda que ha ocupado numerosos titulares en la prensa de medio mundo.
Por supuesto, los monarcas viajan con unas estrictas medidas sanitarias que se establecen para evitar cualquier susto indeseado. Además, suelen ser las mismas en cada visita. Tal y como informó 'La Gaceta de Salamanca' el pasado mes de febrero, hay ciertas pautas que (sí o sí) deben seguirse cuando el rey y la reina realizan un acto protocolario. En la mayoría de casos, se trata de un protocolo lógico que insta a una rápida actuación en caso de emergencia.

Una reserva de sangre siempre a mano
El medio anteriormente citado destaca que la Casa Real solicita una "reserva de sangre para ser utilizada en el caso de que doña Letizia la necesitara". La reina tiene grupo 0+, "sangre muy común cuyas reservas nunca suelen faltar porque se trata del grupo más frecuente en la sociedad española". En este caso, no se concreta que hay una reservada preparada para don Felipe, pero cabe espera que así sea.
La reserva de una habitación en el área de Urgencias
Los hospitales de cualquier ciudad o pueblo están preparados para atender a los reyes en cualquier situación, sobre todo si se trata de una urgencia. Por ende, "en el protocolo sanitario también se contempla la reserva de una habitación en el área de Urgencias del complejo hospitalario, y que se habilite otro cuarto por si es preciso un ingreso hospitalario". La 'Gaceta de Salamanca' recalca que "estas peticiones no son nuevas, son siempre las mismas que solicita la Casa Real cuando un miembro visita una ciudad".

Una ambulancia acompaña al séquito de seguridad
Vinculada con el punto anterior, esta norma permite que una ambulancia esté bien cerca de los reyes y de su equipo de seguridad. De este modo, si hay cualquier urgencia, se puede atender a la persona de forma rápida y efectiva. En el viaje a Salamanca, una ambulancia siguió todo el recorrido, que empezó en el aeropuerto de Matacán y siguió hasta la plaza de Los Bandos y el Centro Internacional del Español, situado en la calle Zamora.