El universo de la moda se viste hoy de negro. Hace apenas unos minutos que se ha hecho oficial el fallecimiento de unos de los nombres más influyentes de la historia, Paco Rabanne, nacido como Francisco Rabaneda Cuervo. El modista se ha despedido a los 88 años de edad en Portstall, Bretaña francesa, como apuntan en el medio Le Télégramme.
Rabanne nació en Guipúzcoa en 1934, pero pronto se trasladó con toda su familia a Brest, donde residió hasta 1947. Tras estudiar arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París (hecho que definiría todo su legado), su amor por la moda rompió barreras y marcó su carrera artística. Íntimamente ligada también con el mundo de los perfumes.

El diseño de accesorios de fantasía fue su primer legado. Balenciaga, Nina Ricci o Pierre Cardin fueron algunas de las grandes casas en confiar en sus bordados o botones. El 1 de febrero de 1966 lanzó su primera "Colección manifiesto", 12 vestidos escultóricos de alma contemporánea presentados en el Hôtel George-V. A partir de este instante, el éxito fue constante en la carrera del hispanofrancés.

Su dilatada carrera cuenta con hitos como pertenecer a la Cámara Sindical de la Costura francesa, presumir de una estrecha relación con la Alta costura y crear algunos perfumes más icónicos que podamos imaginar , como “1 Million”, “Ultra Violet” o “Black XS”, trabajo que ha ejecutado junto al gigante Puig. Ahora, el legado de Rabanne en el cosmos del prêt-à-porter es Julien Dossena.

Por el momento, desconocemos más detalles vinculados a su muerte. Sencillamente, mostrar el consuelo a sus seres queridos y recordar, una vez más, a un diseñador que ha tenido un enorme peso en el imaginario de la moda contemporánea.
