1.- Protección radiaciones ultravioletas
¿A qué se refiere? Ya conoces los perjudiciales que son os rayos UVA. De hecho acaparan el 87% de las radiaciones ultravioletas. Pero también te debes proteger de los UVB y los UVC.
2.- A qué distancia
Si ya has comprobado que tus gafas te protegen de los nocivos UVA, UVB y UVC, debes preguntarle a tu óptico a qué niveles. La mayoría de las gafas de sol proporcionan una protección hasta un máximo de 380 nm. Algunas –como las Polaroid Eyewear- llevan este margen hasta los 400 nm.
3.- La curvatura de las lentes
La mayoría de las lentes solares utilizan el método “vacuum-forming” para curvar sus lentes solares. Aunque no te des cuenta, se deforma un poco la percepción de los contornos y de las distancias. Tu ojo tendrá constantemente que estar compensando este problema con lo que sufrirás fatiga ocular.
4.- Las monturas
Si ya has elegido qué modelo te gusta, plantéate si son cómodas. Busca monturas ultraligeras que puedas llevar todo el día.
5.- Antirrayado
No sufras por tus gafas. Algunas marcas ofrecen una capa antirrayado especial, porque, seamos sinceros, todos los días las gafas se llevan un par de golpes. Procura también que la montura sea flexible.
6.- Pruebas de choque
¿Sabías que las gafas también tienen sus crash test? Son pruebas de resistencia contra todo tipo de impactos. Polaroid los hace.
7.- Los reflejos
Pregunta si tus gafas filtran la luz horizontal. La luz está constituida por ondas que viajan en todas las direcciones del espacio tridimensional: las ondas verticales llevan información útil para el ojo humano, permitiendo ver colores y contrastes, mientras que las ondas horizontales crean simplemente ruido óptico o reverberación. Cuando la luz golpea una superficie brillante, como la carretera, el agua o la nieve, a menudo se refleja sobre una superficie horizontal creando un molesto reflejo. Ten en cuenta que el reflejo también influirá en si ves la imagen nítida (el contraste) y en la percepción de los colores.
