Ha sido hoy, miércoles 22 de abril, cuando una conocida colaboradora se ha reincorporado a la tertulia que cada mañana tiene Ana Rosa Quintana en el programa que conduce en Telecinco. Las precauciones por la pandemia global de coronavirus que asola el planeta la había mantenido alejada de su trabajo, pero ahora, Bibiana Fernández ha decidido volver a su puesto y desde su silla, o mejor dicho sillón, comentar la actualidad. Aunque también ha confesado algunas cosas de su intimidad bastante interesantes.
Con un look diferente, apareció luciendo una melena corta y rubia, chaqueta negra que buscaba la discreción y pocos adornos. Tras el saludo de rigor, a Bibiana le preguntan si lleva bien el confinamiento, a lo que ella responde de manera tajante.
Con un look diferente, apareció luciendo una melena corta y rubia, chaqueta negra que buscaba la discreción y pocos adornos. Tras el saludo de rigor, a Bibiana le preguntan si lleva bien el confinamiento, a lo que ella responde de manera tajante.

Muy seria, Bibiana dice con seguridad que: “Llevo bien el confinamiento porque soy una mujer que está acostumbrada al confinamiento porque viví la infancia y la adolescencia confinada en un cuerpo que no me pertenecía”. Lejos de terminar su alocución, continuó con: “Después viví confinada en un régimen que tampoco me entendía”.
Casi sin respirar, la también vedette asegura: “Cuando me hice adulta dejé de tener pareja y vivo en soledad”. Y como remate, para centrarse en el confinamiento, comenta que: “De todos modos y a pesar de que tengo una casa estupenda, la gente se cree que la casa viene con la felicidad y no es así, la felicidad la tienes que poner tú porque yo en la misma casa he sido inmensamente feliz e inmensamente desgraciada”.
Casi sin respirar, la también vedette asegura: “Cuando me hice adulta dejé de tener pareja y vivo en soledad”. Y como remate, para centrarse en el confinamiento, comenta que: “De todos modos y a pesar de que tengo una casa estupenda, la gente se cree que la casa viene con la felicidad y no es así, la felicidad la tienes que poner tú porque yo en la misma casa he sido inmensamente feliz e inmensamente desgraciada”.


Después, Bibiana tiene una doble vertiente, por un lado está el temor al posible contagio de la enfermedad que ahora tiene en vilo al planeta, algo muy normal, y por otro la alegría de recuperar un poco de normalidad volviendo al trabajo, saliendo de casa para algo útil y ver, aunque sea a dos metros, a buenos amigos y compañeros.
El sentido del humor nunca le ha faltado a Bibiana, pero la honestidad y decir lo que piensa son algunas de sus señas de identidad. Por eso deja claro, contándolo sin ningún problema, los pensamientos que tiene en esta época de cuarentena, cuando se puede pasar mucho tiempo con uno mismo si no estás confinado una o varias personas más.
El sentido del humor nunca le ha faltado a Bibiana, pero la honestidad y decir lo que piensa son algunas de sus señas de identidad. Por eso deja claro, contándolo sin ningún problema, los pensamientos que tiene en esta época de cuarentena, cuando se puede pasar mucho tiempo con uno mismo si no estás confinado una o varias personas más.