Este fin de semana muchos han vuelto a sacar el chaqué y muchas la pamela para ser testigos de un nuevo "sí, quiero" (vaya temporadita de enlaces que llevamos), esta vez con tintes políticos. El sábado 16 de septiembre se celebraba en Toledo la boda de Javer Ortega-Smith con Paulina Sánchez en la majestuosa iglesia gótica de San Juan de los Reyes, ubicada en el casco histórico de la ciudad y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El secretario general de Vox, de 53 años, y la empresaria mexicana, de 40, reunían a familiares y amigos para el gran día entre los que se encontraban, cómo no, algunos de los compañeros de partido de él: Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, Ignacio Garriga o Macarena Olona.
La novia estaba espectacular con un sencillo vestido blanco sin mangas, de cuerpo entallado con una discreta abertura a modo de escote y con falda de vuelo. En él destacaba una capa vaporosa de tul que acababa en cola. Un ramo de flores de varios colores, azul, rosa y blanco con ramitas verdes, y una diadema adornando el peinado eran la guinda de un look nupcial perfecto.
Ortega-Smith iba de chaqué y posaron juntos a la puerta de la iglesia, radiantes. "En este día tan importante para nosotros agradecemos las innumerables muestras de cariño que hemos recibido", decía la pareja en un comunicado.


Política y glamour van de la mano en esta boda… Entre las asistentes destacó por su elegancia Lidia Bedman, la esposa de Santiago Abascal. Eligió un vestido color berenjena de largo midi, con capa incorporada y drapeado en la cintura, de la firma Cherubina, que cuesta 280 euros.
El tocado a juego era de la misma marca y lo combinó con unos salones nude de charol y bolso de Marcela&Co. Un look de invitada otoñal perfecto y que ha entusiasmado a muchos de sus seguidores; no hay que olvidar que esta alicantina de 36 años es toda una influencer con más de 200.000 folowers.

De rojo prefirió ir la diputada de Vox Rocío Monasterio, con un vestido escotado de aire retro, sin mangas y con falda de vuelo, a juego con una pamela XL y unos zapatos peep-toe en colores arena. Destacaban sus pendientes dorados en forma de hoja. Llegó a la iglesia del brazo de su marido, Iván Espinosa de los Monteros, con traje de raya diplomática, camisa blanca y corbata azul.

Por su parte, Macarena Olona optó por un dos piezas en rosa empolvado, sencillo pero elegante, con salones negros. Se componía de una camisa de aire dandi y una falda larga plisada y vaporosa. Llamó la atención el collar de perlas que lucía como única joya.

Terminada la ceremonia religiosa, los flamantes recién casados y sus invitados se trasladaron al restaurante Venta de aires, situado frente al circo romano de Toledo. Allí disfrutaron del banquete en un ambiente idílico, pues el establecimiento es centenario y cuenta con varios salones, terrazas.