Hoy es el día más triste del año. No, no lo decimos nosotras porque la lluvia esté ocupando gran parte de nuestro país, lo afirman los "expertos" en la materia. Ponemos expertos entre comillas porque el fenómeno Blue Monday nació a partir de una campaña publicitaria, pero un psicólogo se encargó de darle sentido a este concepto. Según desveló el psicólogo Cliff Arnall en 2005, es el día más deprimente del año es el tercer lunes del mes de enero, un descubrimiento basado en factores como el clima frío, la cuesta de enero, el abandono de los propósitos de Año Nuevo y el regreso a la rutina. Es muy probable que la unión de estos factores haga de hoy una jornada especialmente triste.
En Marie Claire intentamos dar un giro de 180 grados al Blue Monday a través de planes con los que dejar la tristeza a un lado. El psicólogo Daniel Goleman dijo una vez que "la tristeza no es algo de lo que debemos avergonzarnos, es una señal de que estamos conectados con nuestras emociones y nuestra humanidad". Por este motivo, este artículo no aboga por aparcar esta emoción, tan solo buscamos herramientas sencillas con las que disfrutar de unos minutos de disfrute en una jornada gris que tienen el aprobado de expertos en psicología.
Qué cosas podemos hacer para cultivar la felicidad durante el Blue Monday
1. Cultivar relaciones positivas
El Estudio de Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard es uno de los estudios más largos y completos sobre la felicidad. Durante más de 80 años, los investigadores han seguido a miles de individuos, observando sus vidas y evaluando qué factores contribuyen al bienestar. El hallazgo más significativo fue que las relaciones personales profundas y saludables son el mayor predictor de la felicidad y la salud mental. De este modo, hoy es un gran día para quedar con nuestras amigas, con las que queda día es más complicado cuadrar agendas, después de trabajar. Por ejemplo, podemos disfrutar de un café de especialidad en lugares tan plácidos como Bucólico Café (Calle Barbieri, 4, Madrid), de un cóctel sorprender en el restaurante peruano COYA (Hotel W Barcelona) en o de una cena al más puro estilo asiático callejero en Okio Market (P.º de la Castellana, 75, Madrid).

2. Ser generosos
La investigación de Dacher Keltner en la Universidad de California, Berkeley, sobre el altruismo demuestra que ser generoso no solo ayuda a los demás, sino que también mejora la felicidad personal. A través de estudios de neurociencia social, Keltner observó que los actos de generosidad activan las áreas cerebrales vinculadas a la recompensa, liberando neurotransmisores como la dopamina. Podemos aprovechar el día para hacerle un favor a tu madre o tu hermana, seguro que conoces a alguien a quien pueden contentar con muy poco.
3. Practicar la gratitud
Robert Emmons, psicólogo de la Universidad de California, Davis, ha realizado extensas investigaciones sobre el impacto de la gratitud en la felicidad. En sus estudios, descubrió que las personas que practican la gratitud regularmente, como escribir en un diario de agradecimiento, experimentan una mejora notable en su bienestar emocional. El hallazgo principal es que la gratitud cambia la forma en que percibimos nuestras vidas, promoviendo una visión más positiva y reduciendo el estrés. Para aplicar este consejo, lo tenemos tan fácil como mirar a nuestros compañeros de trabajo y darles las gracias por aquellas cosas que hacen de nuestros días unas jornadas más felices. Además, en caso de tener personas a nuestro cargo, es un día estupendo para dejar las asperezas a un lado y recordarles cuáles son sus principales fuertes.
4. Buscar propósitos
La investigación de Patrick L. Hill y Nicholas A. Turiano publicada en Psychological Science mostró que tener un propósito claro en la vida se asocia con una mayor satisfacción y bienestar. En sus estudios, encontraron que las personas que sienten que su vida tiene un sentido y un objetivo experimentan menores niveles de depresión y ansiedad, además de una mayor longevidad. Aunque el Blue Monday es conocido por ser el día de tirar la toalla con los propósitos de año nuevo, puede ser una oportunidad para plantearnos por qué ha salido mal. No debemos centrarnos en lo negativo, sino en lo constructivo. Quizá tus propósitos son demasiado ambiciosos, lo mejor es ir de menos a más.

5. Cuidar el bienestar físico, adiós a las excusas para no hacer deporte en el Blue Monday
Estudios de la Universidad de Stanford sobre los efectos del ejercicio en el bienestar emocional han demostrado que la actividad física regular no solo mejora la salud física, sino que también aumenta la felicidad. La investigadora Kelly McGonigal ha documentado que el ejercicio libera endorfinas y otras sustancias químicas cerebrales, lo que reduce el estrés y mejora el estado de ánimo. Sin lugar a dudas, acudir a una clase de barré o de Pilates Reformer puede dar un giro de 180 a este día gris. Solid Studio o esBarré ofrecen estas disciplinas deportivas que son pura tendencia.
6. Desarrollar la resiliencia
La Universidad de Pensilvania y la Universidad de Chicago han demostrado que las personas resilientes pueden enfrentar adversidades sin que estas afecten su bienestar a largo plazo. Martin Seligman, un pionero de la psicología positiva, reveló que la resiliencia se puede fortalecer a través de prácticas como la reestructuración cognitiva y el desarrollo de una mentalidad de crecimiento. Las personas resilientes tienden a ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje y mantienen un sentido de optimismo. En este sentido, recuperamos el párrafo de los propósitos. Recordamos que las metas realistas son las más fáciles de cumplir y, por ende, las más motivadoras, ya que el éxito nos guía a superar más pruebas.

7. Disfrutar del presente, la base de la felicidad en el Blue Monday y todos los días del año
Jon Kabat-Zinn, creador de la práctica de mindfulness, ha demostrado a través de sus investigaciones en la Universidad de Massachusetts que vivir en el presente tiene un impacto positivo en la felicidad. En sus estudios, Kabat-Zinn encontró que las personas que practican la atención plena (mindfulness) experimentan una mayor regulación emocional y menor estrés. Al enfocarse en el momento presente, las personas reducen la tendencia a rumiar sobre el pasado o preocuparse por el futuro. Practicar la atención plena no es sencillo, pero tampoco imposible. El primer paso es dejar de hacer las tareas diarias de forma automática. Por ejemplo, disfruta de una plácida ducha sin distracciones ni prisas (deja la música a un lado) o disfruta de volver a casa andando sin el teléfono en la mano, disfrutando de ver la lluvia caer. Este Blue Monday puede ser el inicio de nuestro camino a la felicidad.