Se puede decir que los ángeles son seres especiales, mezcla de elementos espirituales, psicológicos y energéticos. Son la luz de nuestra vida, son quienes marcan nuestro camino protegiéndonos de peligros y abogando por nosotros ante Dios. San Bernardo explicaba, en uno de sus célebres sermones, que Dios había dado a sus ángeles “órdenes para que guarden al ser humano en su camino” y san Ambrosio decía que “debemos rezarle a los ángeles que nos son dados como guardianes”. Pero más allá de la fe cristiana, rara es la persona que no ha sentido alguna vez en su vida la sensación de sentirse protegido o la necesidad de invocar a algún ser superior que lo proteja. Y es que la creencia en los ángeles custodios forma parte de la historia de la humanidad independientemente de las religiones. Una persona puede tener no uno, sino muchos ángeles custodios, de los cuales algunos estarán con ella toda la vida y otros buscarán otros caminos según su propia evolución. Su ayuda es totalmente incondicional, simplemente nos ayudan sin juzgarnos.
Estos seres llenos de bondad adquieren con nosotros un compromiso que durará toda la vida, pero es importante subrayar que un ángel de la guarda no puede dirigir nuestra vida, no puede entrometerse en el libre albedrío y solamente hará visible su ayuda si se lo pedimos (si no lo hacemos, siempre nos ayudará pero de manera imperceptible). Si corremos algún peligro, rogará a Dios por nosotros e intervendrá a nuestro favor si tal es la voluntad de Dios.
Cómo nos pueden ayudar los ángeles
Entre los principales efectos de la guarda de nuestros ángeles se enumeran los siguientes:
- Los ángeles custodios libran constantemente a sus protegidos de males y peligros, tanto del alma como del cuerpo.
- Contienen a las energías negativas para que no nos hagan mal.
- Ponen ante Dios nuestras oraciones para que las oiga benignamente, e imploran los auxilios divinos que nos ven necesitar.
- Iluminan nuestro entendimiento, proporcionándonos una claridad mental que nos conduce a las verdades de modo más fácil.
- Nos asisten particularmente en la hora de la muerte, cuando más lo necesitamos.
- Los ángeles custodios acompañan las almas de sus protegidos o custodiados al purgatorio o al cielo después de que estos mueren.
- También atienden las oraciones suplicatorias dirigidas por los fieles a las almas de sus custodiados cuando están en el purgatorio.
- Por último, acompañarán eternamente en el cielo a los custodiados que consigan la salvación.
Cómo invocar a los ángeles
Para que los rituales de invocación sean efectivos es importante hacerlos ante un altar o ‘rincón del ángel’. ¿Cómo lo podemos crear? En un rincón colocamos una vela blanca y ponemos a un lado la foto del ángel protector o del santo de nuestra devoción y a otro nuestra foto o la de la persona por la que pidamos protección (si no tenemos foto basta un papel con el nombre).
También colocamos en el altar una planta viva o flores frescas, un vaso lleno de agua (lo renovaremos cada día) y una barrita de incienso que encenderemos, al igual que la vela blanca, cada vez que iniciemos el rezo al ángel custodio. Podemos rezar cuantas veces queramos ante el altar del ángel.
Cuál es el ángel de cada signo del Zodíaco
No todos los signos del Zodíaco comparten el mismo ángel de la guardia, sino que varía en función de uno u otro. Aquí te dejamos cuál es el de cada uno de los signos del horóscopo para que puedas descubrir cuál es el tuyo:
- Aries: Uriel
- Tauro: Rafael
- Géminis: Gabriel
- Cáncer: Samuel
- Leo: Miguel
- Virgo: Rafael
- Libra: Asariel
- Escorpio: Anael
- Sagitario: Samuel
- Capricornio: Ezequiel
- Acuario: Israel
- Piscis: Uriel
