A sus 55 años, Mar Flores demuestra que el estilo no entiende de edades y que la elegancia puede ser tan vibrante como actual. Icono de moda desde hace décadas, la empresaria y modelo ha vuelto a captar todas las miradas gracias a una elección estilística impecable: un vestido que combina el aire lencero con un diseño sofisticado y primaveral, ideal para bodas, comuniones y bautizos. En plena temporada de eventos, cuando encontrar el look adecuado se convierte en una prioridad, Mar nos inspira con una propuesta que respira frescura, buen gusto y personalidad. Su capacidad para adaptarse a las tendencias sin perder su esencia convierte cada aparición suya en una auténtica clase magistral de moda real. Hoy analizamos por qué su último outfit se ha convertido en todo un referente para las mujeres que buscan brillar con naturalidad y estilo.
El vestido que se convirtió en viral: sofisticación con alma bohemia
El slip dress elegido por Mar Flores se presenta como una pieza clave del armario estival, no solo por su evidente belleza, sino por la forma en que equilibra sensualidad y sobriedad. Confeccionado en un tejido fluido que se mueve con el cuerpo, su estampado tie-dye en tonos blancos y amarillos aporta una nota artística y vibrante que ilumina la piel y realza el bronceado. El escote en ‘V’ y los detalles de encaje evocan una feminidad etérea sin caer en lo excesivo, lo que lo convierte en una opción ganadora para cualquier invitada que busque marcar la diferencia con discreción.
El largo midi, tan favorecedor como actual, ayuda a estilizar la figura y se adapta tanto a contextos diurnos como vespertinos. Además, la ligera asimetría de la falda crea una sensación de movimiento que estiliza sin esfuerzo. Este vestido no solo representa una tendencia, sino una declaración de intenciones: vestir con autenticidad, sin renunciar al glamour.
Cómo elevar el look: americana mostaza y sandalias infalibles
El estilo de Mar no se limita al vestido. La elección de complementos juega un papel esencial a la hora de construir un look redondo, y ella lo sabe. Por eso apostó por unas sandalias blancas de tiras finas, que aligeran visualmente el conjunto sin competir con el estampado. El tacón cómodo —pero presente— refuerza la elegancia sin sacrificar confort, un equilibrio cada vez más buscado por las mujeres que priorizan la funcionalidad tanto como la estética.
Pero el verdadero giro maestro vino con la americana mostaza, una prenda que añade formalidad y profundidad cromática. Al mantenerse dentro de la misma paleta de tonos cálidos, el conjunto cobra una coherencia visual sofisticada, moderna y perfectamente pensada para ceremonias religiosas o celebraciones formales. Esta capa adicional transforma por completo el vestido, llevándolo de lo informal a lo refinado con un simple gesto de estilo.
El poder del estilo maduro: inspiración sin fecha de caducidad
La elección de Mar no solo destaca por su belleza, sino también por lo que representa: una forma de entender la moda más allá de las modas. A través de este conjunto, la exmodelo reivindica el poder de vestir con intención y seguridad, sin necesidad de disfraces ni artificios. Su estilo nos habla de una mujer que se conoce, que confía en sí misma y que encuentra en la moda un medio para expresar lo que es, no lo que debe ser.
A menudo, las mujeres maduras se enfrentan a un mercado que no siempre refleja sus necesidades ni sus aspiraciones estéticas. Mar Flores desafía esa narrativa y nos recuerda que la elegancia no es cuestión de edad, sino de actitud. En su look se condensa una lección poderosa: sentirse bien con lo que una lleva puesto es el primer paso para irradiar belleza auténtica.
