En una boda todos los looks causan interés y sensación. El principal es indiscutiblemente el de la novia, lo sabemos. No hay duda de que el vestido que todos están esperando ver desde el minuto uno que empieza la ceremonia es el de la novia. Pero dejando a la protagonista a un lado, hay otra mujer que se lleva todas las miradas: la madrina de boda. Esta figura, que tradicionalmente es la madre del novio pero que en realidad puede ejercerlo cualquier mujer que elija la pareja, tiene un papel clave en la ceremonia. Y por eso atrae muchas de las miradas y atención en la propia ceremonia. El dress code de las madrinas se rige por pautas similares a las de las invitadas normales: nada de ir de blanco, nada de ir de negro, en bodas de día mejor cortes midi y para la noche es preferible cortes más largos.
Looks de madrina de boda
Tan importante es esta figura que en algunas bodas es realmente el look que más recordamos, como ocurrió con el look de madrina de Aruca Fernández-Vega en la boda de Bea Gimeno y Nacho Aragón. Es el caso incluso del look de Belén Rueda en la boda de Belén Écija, en el que aunque no fuera madrina estricta hizo un papel similar.

Pues bien, la última en marcarse un lookazo como madrina de boda ha sido Carmen Lomana. A sus 76 años se ha vestido de madrina por primera vez en su vida y para ello ha escogido un vestido de alta costura de una renombrada firma española, que la ha consagrado como la madrina más elegante del verano.
Así ha sido el vestido de madrina de Carmen Lomana
Hablamos del diseñador manchego Alejandro de Miguel, conocido por su habilidad al crear vestidos de novia, invitadas y madrinas. Con un profundo conocimiento del lenguaje de la moda y una fina atención al detalle, Carmen seleccionó un diseño que encapsulaba sofisticación y modernidad. La prenda destacaba por su exquisita confección y su uso de materiales nobles, resultando en una pieza que cautivó a todos

"Más de 15 metros de seda natural, escote bardot, drapeados a mano y un diseño pensado para ella. Una pieza de alta costura hecha con todo el cariño" escribía el diseñador en sus redes sociales, dando las gracias a la socialité.
Carmen ha sido siempre una defensora de la moda española y, en esta ocasión, volvió a apostar por una firma nacional que es sinónimo de calidad y diseño innovador. Con un color verde menta que evoca frescura y optimismo, es más que apto para las cálidas jornadas de verano.
Un espectacular escote bardot acentuaba su elegancia, mientras que los delicados drapeados hechos a mano aportaban un toque artesanal que esconde horas de trabajo y dedicación. La elección de la silueta, meticulosamente adaptada a su figura, revelaba no solo un profundo conocimiento de su cuerpo, sino también el deseo de mantener siempre la sofisticación y el refinamiento.
Otro de los aspectos destacados del vestido fue la impresionante capa que complemente el diseño principal. Que añadía un aire majestuoso y reposado al conjunto. Además de aportar un movimiento fluido que capturaba las miradas de todos los asistentes.
